Sentado en una terraza a la sombra de una palmera, reflexionado tranquilamente sobre lo que acontece,manifiesto lo siguiente:
Ni que decir tiene, que me siento decepcionado cabreado y lo siguiente,como supongo que estará la mayoría del pueblo llano después de soportar el lamentable espectáculo ofrecido en el Congreso de los Diputados por la clase política .
Esto es un toque de atención sobre todo a la izquierda porque tenía en su mano la solución. ¿ De qué sirve una izquierda que pierde incluso cuando gana?
Pues de nada.
Es una izquierda inútil, incapaz de formar un Gobierno progresista e incapaz de interpretar la voluntad de la ciudadanía recientemente expresada en las urnas.Ganan las generales,ganan las Europeas, ganan las autonómicas..¿ y qué?
La imagen que proyectan es que únicamente se preocupan de sus poltronas, de las prebendas y de los sueldazos que cobran, a todas luces desorbitados para el trabajo que realizan. A las pruebas me remito.
Ahora, tras el fracaso, no se les ocurre mejor idea que pedirle al pueblo que se lo piense, que se animen que no se abstengan y confíen otra vez en ellos.Si no fuera por la gravedad del asunto, podía parecer un sainete de Arniches.
Mientras tanto, la factura de la luz sigue subiendo, la precariedad laboral continúa y ellos como quien oye llover.
Seguiremos viendo cómo se echan las culpas unos a otros, pero lo cierto es que no hay Gobierno. Era una oportunidad única que pienso que será difícil que vuelva repetírse.
Menos mal que este bendito país puede con todo y afortunadamente todavía nos quedan los poetas y los cantautores.
