Inés Suarez nació en 1507 en Plasencia, bella ciudad fundada por el rey Alfonso VIII que le concedió un Fuero semejante al que otorgó a Cuenca, regulación social extraordinaria en aquellos tiempos en los que la población estaba formada por moros, cristianos, judíos y gentes de otras tierras y religiones.
De familia con escasos recursos, su padre era ebanista y su madre costurera de quien aprendió el oficio, sin haber cumplido veinte años se casó con Juan de Málaga un aventurero que tenía la ilusión de emigrar a América. Su esposo viajó al nuevo continente poco después de la boda, mientras tanto Inés consiguió con grandes dificultades licencia para viajar y buscar a su marido y al llegar se encontró con la noticia de que había muerto en la Batalla de Salinas, un conflicto que enfrentó a los conquistadores Pizarro y Almagro por la conquista de la ciudad.
La joven tuvo que adaptarse a un mundo desconocido aunque económicamente pudo sobrevivir. Recibió unas tierras en Cuzco como compensación a la lucha de su esposo, donde conoció a Pedro de Valdivia que fue su gran amor. Con él mantuvo una relación extramatrimonial muy mal vista en aquella época, mientras su mujer, Marina Ortiz esperaba pacientemente al otro lado del océano el regreso del esposo.
Cuando el conquistador inició su expedición a Chile, Inés le acompañó haciéndose pasar por su sirvienta para no escandalizar a sus vecinos y amigos pero muy pronto intervino directamente en la contienda. Primero se dedicó a curar y atender a los soldados enfermos y heridos en las refriegas locales y más tarde decidió participar en la guerra. Se hizo famosa por mandar ejecutar a los caciques locales que les habían atacado y capturar a algunos para poder utilizar la acción como moneda de cambio y obtener ventajas para su ejército.
Parece que fue la primera europea que llegó a Chile. Su Valor y resistencia se han destacado por varios cronistas. Fundó Santiago de Chile con Valdivia. Organizaron con inteligencia la gran ciudad, delineando el trazado de sus calles y de una plaza que se hizo famosa como plaza de las armas.
Su convivencia con el conquistador duró hasta que Valdivia fue sometido a juicio en Lima, acusado entre otras cosas de su relación extramatrimonial y obligada a llevar a América a su legítima esposa .Por ello favoreció el matrimonio de Inés con Rodrigo de Quiroga, uno de sus excelentes capitanes al que se le nombró alcalde de Santiago.
Como esposa de Quiroga, cambió por completo su forma de vida. En su etapa final modificó radicalmente su manera de actuar, llevó una vida piadosa consagrándose principalmente a tareas relacionadas con la caridad .Por su expreso deseo, parte de su patrimonio se invirtió en la construcción del templo y de la ermita de Montserrat en la capital chilena.
Su figura ha sido poco conocida. Jesús Vicente Cano Montero publicó una biografía, que editó el Ayuntamiento de Plasencia .Isabel Allende ha escrito una obra titulada “Inés del alma mía” que recuerda a esta persona enérgica que se adaptó al nuevo mundo tan distinto al de su juventud.
Han pasado muchos siglos y las mujeres apenas son mencionadas en la historia. En Plasencia, su ciudad natal una escuela pública lleva su nombre, el Ayuntamiento ha patrocinado su recuerdo y la obra de Allende ha resucitado la memoria de esta mujer que tuvo el valor de viajar a otro continente para encontrar a su esposo y ante la adversidad decidió con valentía participar en los conflictos que se vio obligada a vivir y más tarde ejerció con interés un gran trabajo social de ayuda a los más necesitados.
La autora es Académica Correspondiente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación
