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La exmujer de El Chicle asegura que le pidió que mintiera para tener coartada y cree que mató a Diana Quer

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La excuñada de El Chicle asegura le pidió que mintiera para tener coartada cuando desapareció Diana Quer

La exmujer de José Enrique Abuín, alias El Chicle, único acusado del asesinato de Diana Quer, ha insistido en la segunda jornada del juicio, al igual que su excuñada y el marido de esta, en que Abuín les pidió que mintieran para tener coartada la noche en que desapareció la joven madrileña y ha señalado ante el tribunal que en un primer momento creyó su versión, pero ahora ya no: «Evidentemente, creo que sí fue él», ha añadido un día después de que el presunto asesino declarase que su intención «no era matarla», y que no la violó.

Rosario Rodríguez, que también fue detenida e investigada por este mismo caso, ha asegurado que llevaba un año preguntándole a su exmarido si tenía algo que ver con el asesinato, pero él le decía que «nunca la había visto delante».

A preguntas de la fiscal, la exmujer de El Chicle ha asegurado que decidió decir «la verdad» cuando recibió una llamada de los padres de Enrique Abuín diciéndole que estaba saliendo su casa y su hija en la televisión: «Ahí me cabreé y dije que se iba a saber la verdad».

Sobre la noche en que desapareció la joven, la exmujer de Abuín ha declarado que este salió de la casa alegando que iba a robar gasóleo, que volvió a lo largo de la noche y después durmió «perfectamente«, dado que «despertaron» juntos. Los días siguientes, según ha añadido, su exmarido se comportó con normalidad.

En todo caso, la exmujer ha negado que tuviese un comportamiento violento, aunque en ocasiones se «alteraba un poco» en las discusiones y ha ratificado que Abuín solía llevar bridas en el coche para «sujetar cosas». Sin embargo, no ha reconocido una brida similar a la encontrada con el cadáver de Diana, que es «más larga» que las que tenía su exmarido.

Antes comparecía ante el tribunal la hermana del acusado, María Jesús Abuín, que ha acudido pero se ha acogido a su derecho a no declarar por ser familiar directo de El Chicle.

«Nos pidió que mintiésemos. Yo lo creí»

Otra de los testigos que ha prestado declaración es la excuñada del acusado, Elena, con la que vivía cuando ocurrieron los hechos, y que ha coincidido con su hermana Rosario en que Abuín le pidió que «mintiera» ante la Policía para tener una coartada en la noche que desapareció la joven madrileña. «Yo le creí, dijo que no había hecho nada, que lo culpaban por sus antecedentes», ha dicho.

Abuín le pidió que dijese a la Policía que Rosario «iba con él» esa noche, según ha asegurado, cuando meses después, su familia le dijo que «tenía que ir a declarar» en relación a la desaparición de Diana Quer.»Nos pidió que mintiésemos. Yo lo creí», ha sentenciado. La hermana de la exmujer del Chicle ha afirmado también que el acusado decía con frecuencia que iba a robar gasóleo.

La testigo ha asegurado que su relación con el acusado era buena, y que era un hombre «con carácter» pero al que tenía aprecio, aunque ha reconocido que creyó a su otra hermana, Vanesa, cuando, hace años, denunció a El Chicle por una supuesta agresión sexual. Preguntado sobre si lo cree capaz de matar a alguien ha respondido: «No lo creía».

Por su parte, Vanesa, hermana gemela de la exmujer de El Chicle, se ha reafirmado en su declaración en que el acusado le había agredido sexualmente e incluso amenazado con posterioridad, cuando ella aún era menor de edad con apenas 17 años, y ha asegurado que tiene secuelas psicológicas que va «sobrellevando».

Un amigo de El Chicle admite que abrieron el pozo

Por su parte, el excuñado de El Chicle y marido de Elena, Adrián, ha confirmado ante el tribunal que el acusado les pidió que mintiesen a la Policía para tener una coartada esa noche. «Pensábamos que no había hecho esa animalada», ha explicado el testigo, que ha indicado que Enrique Abuín les instó a que dijesen que su mujer era la que utilizaba su móvil, mientras que él utilizaba el que realmente era de ella.

La noche de los hechos, según Adrián, oyó a su excuñado decir «que se marchaba» sobre las 22:30 o 23:00 horas, mientras su exmujer se quedaba en casa. Los días siguientes, ha aclarado, no percibió en él ningún comportamiento extraño.

En la vista también ha declarado como testigo Manuel, un amigo de El Chicle que ha relatado ante el tribunal que solía acompañarle a las cercanías de los institutos para ver a chicas, a las que piropeaba insistentemente, y que le gustaban especialmente las chicas «morenas, de pelo largo y delgadas» y de «veintipocos años», pero ha indicado que nunca siguieron a ninguna.

A Abuín le gustaban las mujeres de esas características cuando acudían a locales de alterne, ha añadido el testigo, que ha asegurado que su amigo es «muy mentiroso» y que cuando hablaban del caso de Diana Quer decía que «no la encontrarían» porque se habría ido al extranjero.

El testigo ha asegurado que acompañó a El Chicle, meses antes de la desaparición de Diana, a robar muebles a la nave donde el supuesto asesino arrojó su cuerpo en un pozo, como había declarado el acusado. Ambos llegaron a abrir la tapa del pozo con una palanca y pudieron ver que tenía agua, según ha asegurado, contradiciendo así la versión del presunto asesino, que dijo que lo desconocía.

Tres mujeres declaran haber sido abordadas por Abuín

Además, han comparecido en la vista dos chicas, hermanas, a las que el Chicle abordó el sábado 23 de diciembre, días antes de ser detenido por otro intento de agresión sexual en Boiro, por el que fue condenado a cinco años de cárcel. Las dos chicas han declarado que paró a su lado para ofrecerles insistentemente llevarlas con su coche hasta el bar al que iban. Ellas no quisieron y El Chicle se marchó, pero cuando estaban en el bar, le vieron pasar varias veces, según ha contado una de ellas, que también ha relatado que el acusado insistía mucho en «rubia, ven aquí».

Otra mujer ha testificado que el acusado la abordó un día de marzo de 2017, en la carretera de Taboadela en Ourense, y que la invitió a subir a su coche a pasarlo bien, cuando se encontraba cerca de la parada de tren, esperando a su marido para irse con él en su vehículo.

El Chicle, según ha asegurado esta testigo, no llegó a agarrarla porque en ese momento pasó una furgoneta, pero como su conductor no paró, el acusado volvió a insistir y cuando llegó su marido El Chicle arrancó rápidamente su coche. La pareja, según su testimonio, le persiguió durante dos kilómetros, pero no pudieron alcanzarle.

Estos han sido los primeros del medio centenar de testigos que está previsto que comparezcan ante los juzgados de la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña, en Santiago de Compostela, a lo largo de los próximos días, después de que este martes se iniciara la vista oral con las declaraciones del acusado y de los padres de la víctima.

A esta segunda sesión del juicio han acudido el padre de Diana Quer, Juan Carlos Quer, y su hermana, Valeria, que aseguraba antes de comenzar la sesión que asiste con la intención de «hacer justicia, con fuerza y con la cabeza alta«. Ambos, junto a la presidenta de la Asociación Clara Campoamor, Blanca Estrella Ruiz que les ha acompañado en esta sesión del juicio, han insistido, a la salida de los juzgados, en su defensa del mantenimiento de la prisión permanente revisable.

RTVE


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