Estas mujeres, que ya han recorrido un camino importante en su formación técnica y específica para las tareas que llevan a cabo, presentan un perfil que, globalmente y a pesar de las diferencias entre países desarrollados y en desarrollo, es muy similar entre ellas. Orgullosas de trabajar en el sector agrícola y ganadero, pero también deseosas de un mayor reconocimiento y concienciación social de su labor y sobre las diferencias por cuestiones de género. Para ellas es de vital importancia que se comprenda por parte de la sociedad la importancia de la conciliación y que, junto al desarrollo de la vida laboral, hay conceptos clave como la familia, la estabilidad financiera y la propia salud.
Así lo ha constatado un reciente estudio llevado a cabo por CortevaTM Agrisciences en cinco continentes y con una muestra de más de cuatro mil mujeres rurales, que consideran que la discriminación se produce en todas partes. Hay que lamentar que la percepción de esta discriminación por razón de género es muy elevada en España, donde más de tres cuartas partes de las mujeres opinan que no existen las mismas oportunidades ni se tienen las mismas posibilidades de tomar decisiones en cuestiones fundamentales, como la utilización de los recursos o los beneficios. Lamentablemente, estamos en esta percepción al mismo nivel que India.
Hacia el futuro, las mujeres rurales piden más formación, tanto a nivel académico como técnico, y una mayor concienciación social sobre las diferencias por género, para lo cual proponen que se divulgue convenientemente el trabajo con éxito que ya realizan. Con todo y con eso, desde las más optimistas a las más pesimistas, todas piensan que llevará más de una década o probablemente dos o tres llegar a la igualdad plena.
La autora es Ingeniera agropecuaria y responsable de nutrición animal de CortevaTM para Iberia.
