En nombre del medio centenar de compañeros que integran la “Corrobra Folklórica
y Etnográfica ‘Ehtámpah Jurdánah’ “, me dirijo a todos los extremeños para denunciar
públicamente la marginación que, en los últimos tiempos, está sufriendo la legendaria
fiesta del “Carnaval Jurdanu”, la única fiesta de “Interés Turístico” en Extremadura que
es de ámbito comarcal.
Unas fiestas que, como es más que sabido, es reconocida internacionalmente como una de las más representativas de los antruejos rurales del mundo hispánico. Este carnaval, que se pierde en la noche de los tiempos, se caracteriza por su carácter transgresor, libertino, libertario, espontáneo, anticompetitivo, solidario, antiautoritario, donde nadie es más que nadie y donde
todos sus “rejuíjuh” (cuadros escénicos representados al aire libre) están imbuidos de
tonalidades míticas. Nada que ver con el “Carnaval de Plástico” que,
lamentablemente, está llegando a nuestros pueblos y que no es más que una burda y
mala copia de los desfiles de disfraces que se desarrollan, durante los días del carnaval,
en el medio urbano.
Aparte de las zancadillas que se le pone en la propia comarca por gente con mando
en plaza y que, en su vida, ha interiorizado lo que es el “Carnaval Jurdanu”, ni siquiera
ha sido invitado al “Encuentro de las comarcas”, celebrado en Cáceres en el primer fin
de semana del pasado junio, organizado por la Diputación Provincial. Ahora, el diario
HOY saca a la calle el especial “Fiestas y Tradiciones”, de 113 páginas, a todo color, con
la colaboración de las dos diputaciones extremeñas, y no se le dedica una sola línea,
aunque sí al resto de fiestas turísticas. A alguien le toca dar explicaciones, pues
sospechamos de sesgadas manipulaciones por parte de ciertas administraciones
públicas y otros monaguillos que les bailan el agua.
Manuel Roncero Domínguez
Cabezo (Las Hurdes)
Foto: José María Domínguez Moreno
