Ecologistas en Acción de Extremadura ha presentado alegaciones al “Plan de Recuperación del Jarabugo en Extremadura”, una especie que se encuentra en grave peligro de extinción en la comunidad, más si cabe dentro del contexto de Cambio Climático y de disminución de los recursos hídricos en nuestros ríos mediterráneos extremeños.
Hay que recordar que este pez únicamente se encuentra en la cuenca del río Guadiana en su tramo extremeño y en la del río Bembezar (Guadalquivir), en arroyos y pequeños ríos no contaminados y con vegetación de ribera bien conservada, condiciones que reducen enormemente su zona de hábitat.
Por ello, la asociación pide que este Plan sea incluido dentro de una “Estrategia de Conservación de los ríos extremeños” más amplia, donde se contemple y analice el estado actual de conservación de estos ecosistemas, así como sus perspectivas de futuro. En esta Estrategia, la conservación de la ictiofauna autóctona debe ser la clave que articule las medidas necesarias a tomar para su conservación y, por ende, para todo el ecosistema fluvial.
De acuerdo a esto, se reclama que, en aquellos ríos que sean prioritarios para la especie, se debe estudiar su nivel de protección y, en el caso de que no la tuviera, se proceda a realizar el tipo de declaración de espacio protegido más adecuado para la protección de esta especie y de sus ecosistemas.
Siendo una de las claves para la conservación de esta especie la identificación y conservación de los pocos charcos madre o refugio estivales donde sobrevive esta especie, Ecologistas en Acción de Extremadura ha pedido que estos pasen a gozar de la mayor protección ambiental posible, declarándose microrefugios de fauna o microreservas integrales con limitación estricta de usos.
Es de vital importancia que, en el texto definitivo del Plan de Recuperación, se establezca y defina claramente qué actuaciones quedarán prohibidas y cuales estarán permitidas o serán compatibles con la conservación de dichos charcos madre o refugio empleados por el Jarabugo.
Además, se pide que el texto definitivo del Plan también refleje una mayor organización, información y coordinación con los Agentes del Medio Natural, Seprona y Agentes Fluviales para la realización de Inspecciones de Control y Vigilancia sobre los escasos refugios estivales (charcos madre/ refugio) en las épocas críticas de verano, principios de otoño y periodos largos de sequía, para así evitar afecciones directas derivadas de actividades tales como la extracción de agua, vertidos, sobreexplotación por abrevado indiscriminado de ganado…
También se considera muy importante la coordinación de la Junta de Extremadura y otros agentes ambientales con la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG), con el fin de establecer las medidas de protección obligatorias que hayan de quedar reflejadas en las autorizaciones que este Organismo emita en cuanto a aprovechamientos del dominio público hidráulico.
En especial, se ha de contemplar que de estas autorizaciones deben quedar excluidas las zonas con charcos-refugio y que, para la correcta conservación de estas, se deben establecer los caudales ecológicos necesarios de obligado cumplimiento por parte de CHG.Por último, se ha pedido que la revisión del futuro Plan, que se deberá realizar cada cinco años, sea lo más participativa posible y se lleve a una Comisión o Grupo de Trabajo permanente sobre Especies en Peligro de Extinción que se cree en el seno del Consejo Asesor de Medio Ambiente (CAMAEX).
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