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Puebla de Argeme se echa a la calle en defensa de sus pensiones

CÁCERES
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La Puebla, como se conoce corrientemente por la zona, es un poblado de colonización que se integró dentro del Plan de Regadío del Instituto Nacional de Colonización (IRYDA), en las Vegas del río Alagón.  Sus primeros colonos procedían de diferentes pueblos cacereños, de modo muy especial del lugar de Montehermoso.

 

Según informaciones de David Pérez López, hijo de La Puebla y amigo y compañero (es el director del IES “Gabriel y Galán”, de Montehermoso) del que firma estos renglones, más de 300 personas se echaron a la calle el pasado sábado, 17 de marzo, bajo el lema de “Por unas pensiones dignas”.  La voz cantante la llevaba Camilo Rodríguez Guillén, un veterano luchador por los derechos de la clase trabajadora y  que había sido el encargado de concienciar y movilizar al vecindario.  Los jóvenes se agrupaban detrás de una pancarta en la que se leía: “Por nuestro futuro”.

PUEBLA DE ARGEME JÓVENES POR EL FUTURO
.- Jóvenes de La Puebla tras una pancarta (Foto: David Pérez López)

Todo un gran éxito el de la convocatoria.  Muchos más vecinos se podrían haber sumado de no haberse celebrado ese día unos rituales casamenteros fuera de la localidad de dos hijos de La Puebla.  Pero orgullosa puede estar esa población, ya que, en relación con el número de habitantes, ha sido la más concurrida de todas las ciudades, villas y lugares de Extremadura en la que se habían convocado jornadas de protesta contra la indecencia de esas miserables pensiones que reciben los sectores obrero y campesino.  Las voces agraviadas se dejaron oír con gran eco, pues no es de recibo que, después de quemarse las pestañas y desgastarse las uñas sobre la tierra o con la paleta en la mano, solo les dejen cuatro euros como jubilación esos gobiernos que se dedican a rescatar bancos o autopistas, o a incrementar de forma vergonzosa las partidas destinadas a armamento.  “¡Hasta aquí hemos llegado!”, han gritado con fuerza los vecinos de La Puebla.  ¡Ojalá los hayan escuchado otros muchos  pueblos del entorno, donde no hubo agallas para defender los callos de sus manos y el sudor de sus sienes!


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