«Es evidente que España tuvo un desarrollo en el AVE, pero que ha dejado una parte del territorio fuera, y hay que mejorar la comunicación de Extremadura con el conjunto de España, que es una forma de mejorarlo lógicamente también con Europa», indicó Sordo en una rueda de prensa.
De igual modo, ha abogado también por la mejora de las comunicaciones internas dado que, en su opinión, en la medida en la que hay sistemas como carreteras en los focos de población «seguramente se ha abandonado el sistema ferroviario más secundario».
Un sistema ferroviario que, según ha expuesto, es «determinante para facilitar la movilidad interterritorial en sitios donde, además, las distancias son muy largas en Extremadura», que «es muy grande», con núcleos «dispersos» con poblaciones más reducidas, lo cual «exige una mayor dotación de recursos» que «no cuesta igual» respecto a otros territorios «más pequeños» pero que «hay que hacer» al ser «la forma de nivelar territorialmente España».
Así se ha pronunciado, a preguntas de los periodistas sobre la situación de la industria en Extremadura y coincidiendo con la celebración de la Conferencia Sectorial del Ministerio de Industria que se celebra este miércoles en Madrid, en una rueda de prensa antes de intervenir en Badajoz en una asamblea sindical de delegados del sindicato en la región acompañado de la secretaria general de CCOO en Extremadura, Encarna Chacón.
La necesidad de tener una Política industrial
Para Sordo, las infraestructuras influyen en la industrialización y es «muy necesario» retomar la «idea de que España necesita una política industrial», lo cual «puede parecer una obviedad» pero «no lo es», dado que se han «abandonado» durante casi décadas las políticas industriales «medianamente solventes».
De este modo, ha apuntado que hay una idea liberal o neoliberal de que las industrias o empresas se sitúan donde tienen ventajas comparativas o competitivas y que «esto de la política industrial es intervencionismo decimonónico». «Así nos va», ha lamentado, para agregar que los países que han hecho política industrial como Alemania son los «absolutos tractores» de Europa.
Unai Sordo ha abogado en este sentido por una política industrial y por que esta sea impulsada por el sector público buscando alianzas con sectores privados, así como por que sea multidisciplinar y busque una mejora de las infraestructuras dado que es «muy difícil» que las empresas decidan ubicarse en territorios donde las mismas «están dejadas de la mano de Dios» o «no lo suficientemente actualizadas».
También ha planteado que estas políticas se hagan en colaboración o cooperación con otras políticas como las relacionadas con la formación permanente y la formación profesional, dado que el hecho de que un sector industrial se instale en un determinado territorio hoy en día «en parte» tiene que ver con que haya, en su opinión, un porcentaje «importante» de la población trabajadora que tenga la cualificación para poder desarrollar ese trabajo y que pueda adaptarla durante su vida laboral.
Asimismo, Sordo ha hecho hincapié en que la política industrial también debe tener «un elemento de compensación territorial» en un país como España «todavía muy dual» y «muy fragmentado» con polos de desarrollo muy distintos.
En el caso de Extremadura, ha defendido que requiere una «especial atención» en esas inversiones dado que «no es que haya habido solo una desindustrialización» sino «igual hay pendiente todavía una industrialización», que «a lo mejor tiene ver muchas veces» con «dar un recorrido» a la economía existente, sobre lo cual ha dicho que se puede tener una industria agroalimentaria «muy potente» pero una de transformación «muy débil» generando en la región productos que se transforman en Italia.
«Habrá que ver dónde hay ventajas comparativas, más que competitivas, para ese tipo de desarrollo, para ese tipo de polos de desarrollo industrial y ahí tiene que interv
