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Vara es galardonado por Ecologistas en Acción con el premio Atila » por su contribución a la destrucción del medio ambiente de Extremadura

CAMPOEXTREMADURA
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vara1El Presidente de Extremadura Fernández Vara ha sido galardonado con el Premio Atila, máximo galardón de los premios con los que, cada año, con ocasión del Día Mundial del Medio Ambiente, Ecologistas en Acción de Extremadura distingue a quienes más han destacado por su contribución a la destrucción del medio ambiente de nuestra región.

El accésit Caballo de Atila se le concede a Begoña García Bernal, Consejera de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio de la Junta de Extremadura, como segunda nominada con más votos.

Con el premio Como agua de mayo se reconoce el trabajo de las diferentes Plataformas en contra de la minería industrial, que está acosando la región gracias a la labor de las dos personas galardonadas.

»  En el presidente de la Junta de Extremadura concurren diferentes méritos que le alzan en indiscutible ganador de esta distinción. Uno de ellos es el encomiable esfuerzo que ha desplegado para a la región los megaproyectos más aberrantes desde el punto de vista medio-ambiental y social, como es el caso de Elysium City Castilblanco. Si bien esta fiebre de búsqueda de inversiones extranjeras no es nueva en él –ya trató de que se instalara Euro Dreams Resort, casualmente en los mismos terrenos particulares-, los pasados fracasos no le suponen un desaliento, sino todo lo contrario: un estímulo que le mueve incluso a impulsar leyes que allanen el camino de estas inversiones de cualquier tipo de obstáculo, como ha demostrado con la reciente Ley 8/2019, de 5 de abril, para una administración más ágil en la Comunidad Autónoma de Extremadura, que viene a complementar en este sentido a la famosa Ley 7/2018, de 2 de agosto, extremeña de grandes instalaciones de ocio, promulgada el año pasado.

Otro de los méritos en su haber es la insistencia en ignorar las sentencias judiciales que declararon la ilegalidad del complejo Marina – Isla de Valdecañas, no asumiendo que estas obligan a su demolición, a pesar de que este año se hizo público el esperado informe de la Estación Biológica de Doñana (CSIC) que indicaba que esta es la medida más recomendable para la instalación. Con ello, Guillermo Fernández Vara se alinea con los intereses de propietarios/as y promotoras, promoviendo el incumplimiento de las sentencias judiciales que le obligan a ello y respaldando las actuaciones ilegales que su partido político realizó en el pasado, empleando así la estrategia de los hechos consumados.

También ha sido relevante para esta adjudicación la postura mantenida por el Presidente en sus declaraciones de apoyo a la continuidad del funcionamiento de la Central Nuclear de Almaraz, llegando a amenazar con su dimisión si esto no ocurría, postulándose con ello como mayor defensor de la instalación por encima de las mismas empresas propietarias. Como viene siendo habitual en el argumentario al respecto, la reiterada insistencia en la necesidad de la Central para el futuro económico de la comarca pretende encubrir la dejadez y desidia del gobierno autonómico en abordar un plan de desarrollo de la misma independiente de ella. Esto se ha hecho más que evidente en este momento, en el que la Central alcanza el fin de sula vida útil, sin que en todas estas décadas se haya el menor esfuerzo en diseñar un modelo serio para el futuro de Campo Arañuelo.

No menos importancia en la decisión de otorgarle este premio ha tenido el encomiable mérito de lograr desarrollar toda la labor mencionada en total incoherencia con la Estrategia Extremadura 2030 de Economía Verde y Circular, bandera insignia de la sostenibilidad ideada y promovida por la propia Junta de Extremadura en su legislatura, al fomentar actividades que están en las antípodas de un modelo económico capaz de enfrentarse al escenario de Cambio Climático que es ya más que una realidad y que será especialmente grave en esta región, haciendo más que patente la falta de ideas de la clase política en el momento de poner en marcha y aplicar estos grandilocuentes planes.

Accésit Caballo de Atila 2019: Dª. Begoña García Bernal, Consejera de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio de la Junta de Extremadura.

En el ámbito que le toca, la Consejera de Medio Ambiente ha ejercitado una encomiable inactividad en la defensa y conservación de la biodiversidad de Extremadura, prestando únicamente atención a las presiones de los sectores económicos agropecuarios y cinegéticos, escucha activa que la ha llevado a autotitularse orgullosamente “la Consejera de las Ferias y los Mercadillos”. Esta encomiable perseverancia en ignorar cualquier otro aspecto distinto al económico en el ámbito de su administración le ha hecho no sólo merecedora de este galardón, sino también de alabanzas de los sectores mencionados, como eficaz garante de sus intereses.

Como tal, no ha acometido la modificación del Catálogo de Especies Amenazadas, llevando a una situación límite a especies esteparias y de entornos agrícolas como el cernícalo primilla, el aguilucho cenizo, la avutarda o la tórtola. En cambio, desde su Consejería se incentivan y favorecen las explotaciones agrícolas intensivas y superintensivas, que suponen un enorme peligro para la continuidad de algunas de las especies mencionadas. En este sentido, comunidades autónomas, como la de Andalucía, han realizado estudios que demuestran la mortandad que estos modelos productivos ocasionan y que han llevado a esas administraciones a tomar medidas preventivas y regulatorias, algo que en Extremadura se está obviando por ir en contra de los intereses económicos del sector.

Pero sus méritos no se limitan a la inacción frente a estas problemáticas, sino que, bajo su administración, se ha logrado rebajar a mínimos el control que tanto técnicos como agentes del medio natural pueden ejercitar en el desarrollo de sus funciones, mediante la promulgación de leyes y decretos que los limitan de facto al introducir mecanismos de comunicación de algunas actividades económicas que simplifican el procedimiento administrativo en detrimento de las capacidades de control y prevención de estos. Si a ello se suma la total laxitud en la labor imponer y ejecutar las sanciones que se derivan de las infracciones contra el medio ambiente que el Tribunal de Cuentas ha puesto en evidencia en su informe emitido este año sobre ejercicios anteriores, queda patente a qué sector de sus administrados se dirigen los desvelos de esta Consejera.

El Jurado expresa su esperanza en que la concesión de estos premios llame a la reflexión a los premiados sobre el modelo de territorio al que están encaminando la región en un momento clave y decisivo para el futuro de la supervivencia de la propia especie humana si no se acometen las necesarias transformaciones que exige la adaptación a un nuevo panorama de cambio climático y de escased de recursos energéticos y naturales.

Premio Como Agua de Mayo 2019: Plataformas y movimientos ciudadanos en contra de la minería industrial.

Como contraposición de los anteriores premios, Ecologistas en Acción de Extremadura concede todos los años un premio positivo a la persona, colectivo o entidad, pública o privada, que más haya contribuido a la defensa del medio ambiente. Este año, el Jurado ha decidido que éste recaiga en todas las Plataformas y Movimientos que están surgiendo en oposición a la multitud de proyectos mineros, de carácter financiero e industrial, que amenazan la actual y futura forma de vida de muchas localidades extremeñas. Los colectivos premiados son: Plataforma Salvemos la Montaña de Cáceres, La Raya Sin Mina, Sierra de Gata Viva, Plataforma Salvemos las Villuercas y Dehesa sin Uranio.

Estos grupos han visto claramente que los supuestos beneficios en forma de un puñado de contratos y un mínimo incremento en los ingresos de sus negocios comerciales y hosteleros no compensan el deterioro irreparable que la minería ocasionaría al entorno de sus localidades y del que depende su actual forma de vida y cualquier proyecto futuro de desarrollo sostenible, máxime cuando ni siquiera se puede tener la seguridad de que las empresas explotadoras acometan efectivamente las labores de restauración a las que están obligadas una  vez finalizada la explotación, incluso en el caso de que estas sean mínimamente reparadoras. Por ello, desde Ecologistas en Acción de Extremadura se quiere reconocer el trabajo de sensibilización y movilización que están llevando a cabo y les ofrece todo su apoyo en una lucha que se antoja larga.»

 

Fuente: Departamento de Comunicación de Ecologistas en Acción de Extremadura.


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