La transhumancia de la Avila-Negra Ibérica: Más de 25.000 reses de regreso a los pastos de sierra y montaña

La actividad trashumante —declarada Patrimonio Cultural Inmaterial por el Consejo de Ministros el pasado mes de abril— está muy integrada en la Raza Autóctona Avileña-Negra Ibérica. Más adelantada este año, por la climatología seca, se puede contemplar el regreso (trashumancia) de más de 25.000 reses de regreso a los pastos de sierra y montaña. Esta práctica se realiza en parte a pie, con desplazamientos de una media de 250 km entre las tierras de Extremadura-Castilla-La Mancha y Ávila, y también en camiones.Destaca este año la puesta en marcha de las ayudas a la trashumancia a pie desde el Programa de Desarrollo Rural (PDR) de la Junta de Extremadura y las ayudas asociadas a la PAC desde la Junta de Castilla y León. “Si queremos que esta actividad no sea un mero atractivo turístico, sino que se mantenga como hasta ahora en el tiempo, hay que seguir en esta línea” declara Pedro L. Herraiz, secretario de la Asociación Española de Criadores de Ganado Vacuno Selecto. Raza Avileña – Negra Ibérica (AECRANI).

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25.000 reses de Avileña-Negra Ibérica, de Trashumancia a los pastos de montaña. Foto José María Mancebo Quintana

La trashumancia, una tradición que sigue viva

Más de 35.000 animales de la raza Avileña-Negra Ibérica realizaron la trashumancia en 2017. El recorrido medio realizado por las reses que trashuman de Extremadura y Castilla La Mancha a Ávila oscila entre los 250 y los 300 kilómetros, que se realizan en una media de dos semanas. En las tierras altas o agostaderos los animales permanecen hasta noviembre o diciembre, cuando vuelven a tierras extremeñas.

En la actualidad hay más de 450 titulares de explotaciones que practican la trashumancia y viven de esta práctica, además de otros sectores como los transportistas, productores de piensos, veterinarios, arrendatarios de fincas, etc. Asimismo, esta actividad ayuda al mantenimiento de la población rural y favorece esta región desde el punto de vista económico, sociocultural y medioambiental. Durante la Jornada, también se resalta la importancia de esta práctica para el mantenimiento de las vías pecuarias y los graves problemas de movilidad del ganado, ocupación de las cañadas y penalización en el cobro de las ayudas de la PAC.

La Raza Avileña-Negra Ibérica

Es una raza autóctona originaria de las zonas de montaña del centro de la Península Ibérica, de color negro uniforme, con el morro negro y de tamaño medio a grande. La Avileña-Negra Ibérica sabe adaptarse muy bien a su entorno y destaca por su elevada fertilidad, sus cualidades maternas y su longevidad. Durante la época de la trashumancia las reses suelen recorrer una media de 25 kilómetros al día y las vías más utilizadas son la Cañada Real Leonesa Occidental, la Ruta de la Plata y la Cañada Real Soriana Occidental.

La alta calidad de la carne de la Raza Avileña-Negra Ibérica permitió que en 1990 Carne de Ávila fuera la primera Denominación de carne fresca amparada en España y que, poco después, se incluyera en el primer grupo aprobado en la Unión Europea como Indicación Geográfica Protegida.

Desde 1998 el Consejo Regulador de la IGP Carne de Ávila es miembro de la Interprofesional de Carne de Vacuno Autóctono de Calidad (INVAC), integrada por asociaciones de productores y comercializadores de carne de vacuno procedentes de razas autóctonas reconocidas por el MAPAMA. Desde agosto de 2014, la Carne de Ávila procedente de la raza Avileña-Negra ibérica, cuenta con el logotipo 100% raza autóctona, concedido por el MAPAMA.