En el año 2013 la Asamblea General de las Naciones Unidas decretó en una reunión dar un aldabonazo a los gobiernos sobre la grave situación que se ha advertido en relación con el delito de trata de personas y para ello se estableció un Día Mundial contra esta inicua práctica.
Ya en el año2000 se aprobaron los Protocolos de Palermo para la prevención y sanción de la trata de seres y del tráfico ilícito de personas que sirvió de base a la Convención contra la Delincuencia Organizada Transnacional y poner de manifiesto la horrible situación que consiste en la cosificación de la persona hasta convertirla en mercancía, esclavitud que sigue presente en el siglo XXI
Se estima que aproximadamente el 30% de las víctimas de trata son niños y el 70% son mujeres que en la mayoría de los casos se utilizan para explotación sexual y también para realizar trabajos en condiciones inhumanas. Puede advertirse fácilmente que se está en presencia de seres vulnerables que se encuentran en todas las situaciones de emergencia, guerras, catástrofes y escasez de recursos. Debe estremecerse toda la humanidad. Se sabe que la captación se realiza mediante el uso de la fuerza, u otras formas de coacción, el rapto, el fraude, el abuso de poder o el pago de beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación.
Debemos clamar con gritos si hace falta, y señalar que todas las personas deben ser tratadas con dignidad y respeto, tienen que gozar de libertad y conseguir que se respeten todos sus derechos. Estamos en el siglo XXI. Ya es hora de acabar con un sistema tan opresivo y cruel y es evitable acabar con estas situaciones que convierten al ser humano en un objeto al servicio del que lo adquiere.
Muchos se preguntan para qué sirve un día internacional. Todos los días del año deberían ser reivindicadores de las injusticias. Pero un recuerdo especial en una fecha determinada tiene repercusión. La Asamblea General de las Naciones Unidas ha tratado durante años de concienciar sobre la existencia de algunos problemas importantes con la finalidad de que los gobiernos tomen urgentes medidas. Es este Organismo el que proclama un Día Internacional contra la trata de personas para que se recuerde un problema horrible y para acabar con el delito. Con frecuencia son casos que no llegan a oídos de nadie porque sus escasas reclamaciones se pierden entre los comerciantes del mercado “especial” o traficantes sin escrúpulos. El delito es peculiar, tasas de impunidad, dificultades probatorias o vinculación a la delincuencia organizada.
Algunas ONG han salido recientemente a dar la voz de alarma con campañas importantes teniendo como objetivo poner de manifiesto la vulneración de derechos y llamar la atención acerca de la tragedia. La sociedad tiene que movilizarse mostrando su rechazo a las prácticas que roban a personas que no se pueden defender, y ciegan las posibilidades de su futuro. Hay que implicarse para acabar con estas terribles discriminaciones y movilizarse para acabar con las crueldades que se practican con impunidad en muchos países.
Actores muy conocidos, como Mabel Lozano, se han involucrado recientemente en una campaña en contra de este sangrante delito. Es encomiable dedicar un día al recuerdo para que se persiga con resolución pero la llamada no debe caer en el vacío. Hay que terminar con este sufrimiento. Todos estamos llamados a responder y esforzarnos por conseguir que se acabe con la iniquidad que se inflige a personas indefensas. Es indignante, que no pueda eliminarse esta práctica que es un verdadero horror.
Guadalupe Muñoz Álvarez
Académica Correspondiente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación