Desequilibrios globales en la estrategia de inversión

Sin embargo, no siempre los terremotos de índole sociopolítica y las caídas de grandes centros de decisión suponen una hecatombe o una crisis en la economía, sino que simplemente hay que orientarse y fijarse en otros elementos de inversión. Así, por ejemplo, durante la crisis financiera los mercados pusieron su énfasis en inversiones como Forex, los de CFD´s y las materias primas, casi siempre en países en desarrollo y nuevos mercados. El auge de los CFD supone una nueva forma de inversión para todos los públicos, donde diversas plataformas se han hecho con un nicho de mercado hasta ahora sin explotar, y donde han sido emprendedoras con respecto a las grandes corporaciones bancarias. Un ejemplo de ello es 24Option, plataforma de trading especializada en CFD´s, materias primas o índices.

Por una parte, las materias primas, con el petróleo a la cabeza, han vuelto a recuperar protagonismo como consecuencia de las intervenciones en Siria y la inestabilidad de los países productores de petróleo. Aunque el fracking inicialmente hizo bajar el precio de los carburantes, las principales variables que le afectan han surgido nuevamente. Existe una tendencia no oficial a la reducción en la producción de barriles de crudo, que unida a una mayor demanda en los países que han salido ya de la crisis, ha supuesto una elevación generalizada de los precios. Ni siquiera el gas, que redujo su precio con técnicas de fracking, ha sido ajeno a la tendencia de precios crecientes.

Sin embargo, el oro, que es el mejor índice de las crisis, ha vuelto a resurgir de su pequeño letargo durante los últimos meses, al amparo de las dudas sobre las decisiones de Trump en cuanto a las transacciones comerciales, así como los interrogantes de qué ocurrirá con el Brexit finalmente, o las elecciones francesas, donde una victoria de Le Pen sería una voladura de la Unión Europea y la zona euro.  El resto de materias primas o commodities también han visto crecer sus cotizaciones al amparo de la fijación de los fondos de inversión, teniendo a éstas como una rentabilidad segura en el medio y largo plazo.

Sin embargo uno de los acechos de la economía global son las decisiones del nuevo presidente americano Trump, cuyo programa iba orientado a una  reducción del libre comercio mundial, el auge del proteccionismo así como una disminución de la economía financiera, a la que acusa de ser responsable de la crisis y del detrimento de las clases medias estadounidenses. Si bien puede tener efectos nocivos a corto plazo, una vez equilibradas las balanzas de transacciones de mercancías, volverá a la normalidad dado que EE.UU. no puede cerrarse al resto del mundo por mucho tiempo.

Otra de las bazas de la economía global es el futuro de China. El gigante asiático tiene serias dudas acerca de su posibilidad de reducir su crecimiento y el consumo de materias primas, que unido a parón en sus exportaciones ocasionaría una recesión sin precedentes.

Quizás los fondos de inversión sean los más beneficiados de toda esta vorágine. Existen de todo tipo y suelen tener en cuenta elementos de cobertura con otros fondos, apostando tanto a favor como en contra. Los fondos de inversión han tenido su mayor ganancia en índices bursátiles y en otros fondos indexados de activos y materia primas, lo que ha supuesto un filón en la rentabilidad en una década donde apenas han surgido elementos atractivos que pudieran dar beneficios.

También fruto de inestabilidades y desequilibrios, el Forex ha vuelto a tomar impulso dadas las fluctuaciones de monedas en todo el planeta. Desde las monedas de países emergentes, como Brasil o Rusia, hasta monedas de calado mundial como la libra (a la espera de las negociaciones del Brexit) y el euro frente al dólar, en buena parte dada por una salida de la crisis anterior y más fuerte que la eurozona. Las monedas asiáticas y sudamericanas han impulsado su valor como consecuencia de mejoras en las perspectivas y la reactivación de las exportaciones.

Quizás los fondos monetarios sean los siguientes en acaparar todas las miradas, una vez indexados los índices de las divisas, y donde no se prevé a corto plazo una estabilización de las fluctuaciones debido en buena parte a las incógnitas de las decisiones macroeconómicas de las principales economías del planeta.