En Plasencia: Aislado un hombre hasta descartar que padece fiebre hemorrágica

EFE. El consejero de Sanidad y Políticas Sociales, José María Vergeles, ha confirmado este caso y ha adelantado que las posibilidades de que el paciente padezca esta grave enfermedad son ya «remotas», pues hasta el momento no ha presentado los problemas de coagulación asociados a la fiebre hemorrágica.

Según ha explicado, el hombre, después de padecer fiebre durante varios días y presentar sangre en la orina, acudió en la tarde de ayer hasta el Centro de Salud de Nuñomoral, desde donde fue derivado al Hospital de Plasencia, al presentar varias lesiones en la piel, una de ellas compatible con una picadura de garrapata.

Se activó entonces a través del 112-Extremadura el protocolo de actuación ante un posible caso de Fiebre Crimea Congo, por lo que el hombre fue aislado en una habitación del hospital, se requirió la presencia de un médico prevencionista y se constituyó un comité de crisis, integrado por varios estamentos del SES, para hacer un seguimiento del caso.

Vergeles ha insistido en que, por las analíticas que se han llevado a cabo hasta el momento, «no parece» que se trate de fiebre hemorrágica, pues «de serlo, ya hubiera afectado al sistema de coagulación del paciente», lo que no ha ocurrido.

Todo parece indicar, por tanto, que se trataría de un caso de fiebre botonosa mediterránea, también denominada tifus de la garrapata y que responde sin problemas al tratamiento con antibióticos.

«En Salud Pública siempre nos ponemos en lo peor, para que ocurra lo mejor», ha dicho el consejero, quien ha mostrado su satisfacción por el hecho de que este caso haya puesto a prueba el sistema de alerta del SES, por lo que ha agradecido su colaboración a todos los profesionales involucrados.

José María Vergeles ha hecho un llamamiento a la tranquilidad de toda la población, ya que la Fiebre Crimea-Congo, ha recordado, sólo se contagia si se está en contacto con la sangre o fluidos de una persona infectada, lo que ha sido «imposible» en el caso de este hombre, o si se sufre la picadura de una garrapata que porta el virus, lo que no es habitual en España.

A pesar de todo ello, Vergeles ha pedido a las personas que suelan acudir al campo en estas fechas a que extremen las precauciones para evitar las picaduras de garrapata y a que en el caso de ser picados, acudan a un centro de salud para que se les extraiga este parásito.

Qué es la fiebre hemorrágica Crimea-Congo

El virus de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo se transmite a las personas ya sea por la picadura de garrapatas o por contacto con la sangre o tejidos de animales infectados durante o inmediatamente después de la matanza. La mayoría de los casos se han dado en personas relacionadas con la industria ganadera, como trabajadores agrícolas, trabajadores de mataderos y veterinarios. Entre los huéspedes del virus de la FHCC figuran una amplia variedad de animales salvajes y domésticos como vacas, ovejas y cabras. Muchas aves son resistentes a la infección, pero los avestruces son vulnerables. En España hay granjas de avestruces.

Puede haber transmisión entre seres humanos en casos de contacto estrecho con sangre, secreciones, órganos u otros líquidos corporales de personas infectadas. También se producen infecciones nosocomiales como consecuencia de la mala esterilización del equipo médico, la reutilización de agujas y la contaminación de los suministros médicos.

La duración del periodo de incubación depende del modo de contagio del virus. Después de la picadura de garrapata, la fase de incubación es generalmente de uno a tres días, con un máximo de nueve días. El periodo de incubación tras el contacto con sangre o tejidos infectados es normalmente de cinco o seis días, con un máximo documentado de 13 días.

Los síntomas de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo comienzan de forma súbita, en forma de fiebre, mialgia (dolor muscular), mareo, dolor y rigidez de cuello, lumbago, cefalea, irritación de los ojos y fotofobia (hipersensibilidad a la luz). Puede haber náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal y dolor de garganta al principio, seguidos de bruscos cambios de humor y confusión. Al cabo de dos a cuatro días, la agitación puede dar paso a somnolencia, depresión y debilidad, y puede aparecer dolor abdominal en el cuadrante superior derecho, con hepatomegalia (aumento del tamaño del hígado) detectable.

El ser humano es el único huésped en el que se desarrolla la enfermedad. La FHCC afecta fundamentalmente a trabajadores expuestos a poblaciones de garrapatas, siendo mayor grupo de riesgo el de los granjeros que viven en áreas endémicas, agricultores o trabajadores en contacto con animales.

La presencia de este virus ya había sido detectada con anterioridad en España. Este patógeno fue aislado en fincas de caza de Cáceres, en las lindes del río Tajo en la frontera portuguesa, oculto en garrapatas que infectan a ciervos y otros animales. Las garrapatas son las principales responsables del contagio en humanos en las zonas del mundo donde la enfermedad es endémica y donde la mortalidad puede alcanzar el 40%. Un estudio en 2012 ya alertó de que el virus hallado en España era muy similar a otro que había causado brotes en humanos en África. La hipótesis más plausible es que el nuevo virus llegase a España a bordo de aves migratorias.