A juicio por grabar a 23 compañeras de trabajo en aseos de centro de Olivenza

La Fiscalía, en el escrito de acusación al que ha tenido acceso Efe, señala que las grabaciones las hizo el acusado al menos entre diciembre de 2008 y diciembre de 2013.

Para llevarlas a cabo, se explica, el procesado colocó dos microcámaras en las papeleras con la finalidad de «captar imágenes de sus compañeras desnudas o semidesnudas mientras utilizaban los aseos».

Una vez efectuaba las grabaciones, se indica en el escrito, el acusado transfería, tanto a su ordenador portátil como al que tenía instalado en su puesto de trabajo, los vídeos con las imágenes así obtenidas, almacenándolas en archivos de imagen y vídeo que guardaba en carpetas con el nombre de las afectadas.

Con todo esto, señala el Ministerio Fiscal, buscaba «obtener una satisfacción sexual con su visionado y sin que conste la difusión a terceros de las imágenes en cuestión».

Asimismo, el acusado colocó también cámaras de grabación ocultas en otros aseos y dependencias de su entorno familiar tales como su propio domicilio, donde grabó igualmente a otras personas, se afirma.

A consecuencia de los hechos, diversas personas han presentado trastornos adaptativos ligados a episodios de ansiedad.

El informe del médico forense indica que el acusado presenta alteraciones psicopatológicas encuadradas en los trastornos sexuales, más concretamente dentro del «voyeurismo», lo que afectaría a sus capacidades volitivas en relación con los hechos cometidos.

El procesado se encuentra en prisión desde el 9 de abril de 2015 y de forma voluntaria ha ingresado, en concepto de responsabilidad civil, 16.500 euros.

Por estos hechos se enfrenta a 26 delitos contra la intimidad por lo que se le solicita la pena de tres años y siete meses de prisión y el pago de 22 meses de multa a razón de 8 euros.