Fernando se despierta en la madrugada del sábado al domingo un rato antes de ponerse a los mandos de su Toyota. Le dicen que están segundos a casi dos minutos del otro Toyota…
Una zona lenta que pilla mal situado al coche y una vuelta de más de Buemi sin repostar que aparejó sanción, tenía al equipo del asturiano a un mundo en Le Mans. A casi una vuelta. Fernando se pone el casco y comienza un relevo infernal. Un relevo histórico. Volaba en la noche francesa más rápido que de día. Hubo vueltas en las que restó 5 segundos al gemelo rival conducido por el argentino “pechito” López. Era un auténtico espectáculo de pilotaje nocturno. Giro a giro fue enjugando la ventaja de Conway y López. ¡Qué manera de pilotar! Tras dos horas y media de clase magistral, cede el asiento a Nakayima dándole un mensaje: “¡échale valor!”. Todos pensaban que una ventaja así no se reduciría a no ser que pasara algo ajeno a la competición. Alguna avería o alguna sanción. Lo pensaban hasta que Fernando Alonso se subió al bólido y unas horas después lo devolvió a 40 segundos. Histórico.
Tras la caza infernal de Fernando, Nakayima remató la faena contra su compatriota Kobayashi. Ya de día, Buemi se contagió del hambre competitivo de Fernando Alonso y él y el asturiano mantuvieron a raya al Toyota número dos. El último relevo lo dio Nakayima. Ese piloto que hace dos años no ganó a unas vueltas del final por problemas en su bólido. Merecido homenaje al japonés de los más de 250.000 espectadores del circuito de La Sarthe.
Y es que Toyota llevaba nada más y nada menos que veinte años buscando la victoria en Le Mans. Y lo han conseguido con Fernando Alonso que entra en el Olimpo de pilotos como campeón del mundo de Formula 1, ganador en Mónaco y ahora en las 24 horas de Le Mans.
Pilotos de Fórmula 1 campeones en Le Mans hay algunos. Marc Gené lo hizo en 2009 a los mandos de Peugeot, los propios compañeros de Alonso en esta carrera o el mismo Hulkenberg, compañero de Carlos Sainz en Renault. Pero es que Fernando quiere más. De entrada, ganar el mundial de resistencia. Lleva dos victorias, Spa y Le Mans, de seis carreras por lo que lo tiene a su alcance. Y su meta el año que viene empieza a estar bastante clara en la Indy Car. No correr solo las 500 millas de Indianápolis, si no hacer el campeonato entero y ganarlo.
Graham Hill es el único piloto que ha ganado la Triple Corona es decir, Mónaco, las 500 millas y Le Mans pero Fernando busca esa triple corona con los mundiales correspondientes. Si lo logra, se coronaría como el piloto más completo de la historia y dejaría un récord inalcanzable por mucho tiempo. Ahora mismo solo el colombiano Juan Pablo Montoya puede ganar la Triple Corona ya que ganó en Mónaco y en Indianápolis. Él y Fernando son los dos mejores en la actualidad.
Pero esta victoria, además, calla muchas bocas a los detractores de Alonso. Ha demostrado que es un piloto de equipo y que estudia y trabaja más que nadie. Le dice a gritos a McLaren que su Fórmula 1 es un bodrio y que es gracias a él que están cuartos en el mundial de equipos, cuando debieran estar últimos. Y también le da un bofetón a Honda, ganando con Toyota y dejando caer el rumor de que va a correr la Indy con Chevrolet.
La verdad, para ver a nuestro campeón arrastrase en la Fórmula 1, mejor disfrutar de él en otras modalidades y así todos aprenderemos más del apasionante mundo del motor. Gracias Fernando por enganchar a la gente a los prototipos y que bueno sería verte en la Indy el año que viene. Eres Leyenda.