“No solo han clarificado cómo funcionan las subastas y por qué los que hacen una oferta se comportan de cierta manera, sino que han utilizado sus descubrimientos teóricos para inventar nuevos formatos de subasta totalmente nuevos para la venta de bienes y servicios”, se expone desde la entidad.

Wilson ha desarrollado la teoría de subastas para objetos con valor común, que es incierto de antemano pero que tiende a ser igual para todo el mundo finalmente, como el valor de las radiofrecuencias. Asimismo, ha demostrado por qué los que hacen una oferta tienden a ofrecer menos del valor que creen que tiene el producto: se preocupan por la “maldición del ganador”, que consiste pagar mucho o salir perdiendo.

Milgrom ha formulado teorías más generales y determinado que el subastador logrará más ingresos si los que ofertan saben más sobre el valor que creen que tienen los otros sobre el producto o servicio por el que pujan.