PUEDE UN GOBIERNO DE IZQUIERDAS Y DE EXTREMAS IZQUIERDAS…

En teoría un gobierno de izquierdas y de extremas izquierdas no debería tener problema en implantar el fascismo si como tal entendemos el partido político que desarrolló en 1922 Benito Mussolini, que era socialista;  no olvidemos tampoco que el partido de Adolf Hitler era el Partido Nacional Socialista de los Trabajadores de Alemania, otra vez el socialismo presente.

Si por fascismo entendemos, en un concepto más amplio, al régimen que suprime las libertades políticas, individuales y sociales que desarrolla un modelo ideológico único tampoco habría problema, dado que eso es el totalitarismo que han desarrollado, cambiando símbolos y algunas peculiaridades nacionales, el comunismo, el fascismo, el nacionalsocialismo, el franquismo, el marxismo, el leninismo, el pinochetismo, el maoísmo, el castrismo y el chavismo; modelo ahora presente en países como Cuba, Korea del Norte o China. Generalmente estos pensamientos totalitarios se adornan con otras consideraciones, el nacionalismo, como por ejemplo la URSS con el ruso desde la Segunda Guerra Mundial, o la religión como pasó en España con el franquismo; otro carácter importante es el de odiarse entre unos y otros y el la eliminación de cualquier contrario o adversario sin el menor respeto a la vida humana, pero esas cuestiones se aparcan cuando aparece un interés superior: los comunistas y los nazis no tuvieron el menor reparo en 1939 para repartirse Polonia.

El debate no es fascismo o comunismo, que vienen a ser lo mismo por mucho que uno se ponga a la derecha y otro a la izquierda del espectro político, sino quien defiendo la libertad de pensamiento de las personas, aunque sea para pensar en contrario a él y quien pretende aplastar a los que no piensan como él; el debate es entre totalitarios y demócratas.

Y mientras tanto vamos cambiando la ley de elección de los jueces…

Imagen OIP.com