VEREMOS EL LITIO EN CÁCERES A PESAR DE LOS TERRATENIENTES…

Es curioso ver como el Presidente de la Junta se pone de canto en el tema de la mina, cobardía política que nos cuesta empleo, riqueza y actividad económica cada minuto que pasa. Siendo Guillermo una buena persona y pasando por ser un político honesto ¿Por qué hace esto? Sencillamente porque no quiere dejar a los pies de los caballos en momento presente al inoperante Alcalde de Cáceres. Fernández Vara sabe, pero no cuenta, que la Dirección General competente en minas de la administración autonómica que él encabeza tiene que estimar o desestimar las solicitudes de explotación presentadas, resolver administrativamente en definitiva. La tramitación se está alargando.

¿Y porqué se está alargando la tramitación? Por lo dicho, porque el Presidente de la Junta sabe que el acto administrativo está sujeto a un procedimiento reglado en el que no cabe la voluntad política, ni mucho menos el interés subjetivo o perverso de políticos miedosos y terratenientes egoístas; en definitiva, que si la empresa concesionaria de la mina ha presentado correctamente la documentación y cumple todos los requisitos reglamentarios y legales, el permiso de explotación está servido, y en esto puede alargar los tiempos, no mucho porque el procedimiento tiene sus plazos, pero no puede evitar la resolución favorable.

¿Y por qué no puede evitar la resolución favorable? Porque de cumplir todos los requisitos la solicitud y no concederse, se podría entrar en el campo de la prevaricación y de algunas otras responsabilidades civiles y penales, porque el recurso estaría servido y porque caería como una losa sobre la Junta de Extremadura, y también sobre el Plan General Municipal de Cáceres, una declaración de interés estratégico nacional o europeo, o los dos y esto le dejaría en muy, muy mal lugar.

Por esto se pide un papelito, se agota un plazo, se requiere un nuevo informe, en una táctica que permita a aparición de algún elemento que haga cambiar la opinión de los políticos cacereños comunistas, socialistas y populares, amancebados en la nómina y en el miedo a perder la poltrona, que no se dan cuenta que por no hacer también van a perder lo que pretenden conservar, que los parados de Cáceres no están para bromas y a todos no se les puede meter de concejales o liberados. Lástima que el Espíritu Santo no tenga en sus tareas iluminar también en estos asuntos, falta les hace.

Mientras tanto el Consejero de Economía dice en el Diario Hoy que la mina de Cáceres es un proyecto estratégico, quien quiera entender que entienda…y el Doctor Mora Aliseda nos explica en el Periódico Extremadura que son nada menos que 500 villas residenciales las que se extienden a modo de metástasis en la zona, que carece de interés medioambiental, por otra parte. Como dijo Víctor Jara, «las casitas del barrio alto».

Y así vemos a comunistas, socialistas y populares abrazados a los terratenientes de las casitas del barrio alto, disfrazados de ecologistas, en la defensa de sus intereses particulares: seguir manteniendo unas propiedades de calidad en un entorno agraciado (arboleda, umbría, cercanía) y que le den al futuro de Cáceres…claro quien se permite una villa como estas tiene que comer todos los días, los miles de parados de la Ciudad no tanto.

Ay, si Rodríguez Ibarra levantase la cabeza…

Seguimos…