¿Sabías que la obra Azor, Síndrome de Guernica (2012), de Fernando Sánchez Castillo, se compone de varias partes? En los jardines del Museo puedes recorrer los bloques compactados del que fuera el yate de recreo de Francisco Franco y, en el Auditorio, encontrarás el vídeo con el que el artista muestra su proceso de transformación, una maqueta y otros elementos del barco como el mástil y las placas que llevan su nombre. Se recomienda visitar ambos espacios para obtener una visión completa sobre esta obra, capaz de hacernos reflexionar sobre la transformación de los símbolos y nuestra memoria democrática.
Tal y como explica el propio artista en este vídeo, «es una manera de comprimir la historia y que sirva como elemento de interpretación para el futuro». Además, nos recuerda que «las obras de arte, como decía Marcel Duchamp, son para todo el mundo, aunque no todo el mundo lo sepa, y es una obra que pueda invitar a ser leída desde muchos puntos de vista».