Durante este año 2022, el Hospital Universitario de Badajoz ha superado las 500 TAVIS (Transcatheter Aortic Valve Implantation) como se conoce coloquialmente al implante de prótesis aórticas transcatéter, es decir, por vía percutánea sin necesidad de realizar una operación abriendo el tórax, desde que este programa se puso en marcha en 2009 en la Sección de Hemodinámica y Cardiología Intervencionista.
Durante 2021 se realizaron más de 95 TAVIS y para este año se espera superar las 140. Más allá del implante en sí mismo se requiere de una estrategia hospitalaria bien engranada para la progresión de objetivos y de buenos resultados, por lo que estás cifras suponen un gran logro ya que se ha producido un incremento exponencial fruto de años de coordinación.
El auge de esta técnica viene de la gran prevalencia de estenosis aórtica de origen degenerativo en la edad senil presente, aproximadamente, en un 4% de los adultos de 70-79 años y en un 10% en los de 80-89 años siendo la causa más frecuente de recambio valvular. El estrechamiento o estenosis de la válvula aórtica en pacientes seniles se debe a procesos degenerativos-inflamatorios con daño endotelial, engrosamiento y fibrosis de los velos valvulares que se acaban calcificando, reduciendo así su movilidad y el área de apertura de la válvula. Cuando el área valvular aórtica se hace inferior a 0,8-1 cm2 (lo normal es entre 2,6 y 3,5 1 cm2) se considera una estenosis severa y produce síntomas especialmente, sensación de disnea o asfixia u otros síntomas como angina de pecho o síncopes. Una vez que aparecen los síntomas el pronóstico no es bueno sino se procede al recambio de la válvula a corto plazo.
Hace unos años, debido a que esta es una enfermedad de pacientes ancianos y con varias patologías, un porcentaje alto de estos pacientes no se operaban al presentar un alto riesgo quirúrgico. Con la aparición de esta técnica, y al ser menos agresiva que la cirugía convencional este panorama ha cambiado de forma radical.
Los resultados han ido mejorando progresivamente no sólo con la experiencia de los cardiólogos intervencionistas sino también con el desarrollo de los avances tecnológicos que han ido permitiendo mejoras en los diseños de las prótesis.