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María Guardiola: Extremadura es caza y campo y no va a tolerar que se impongan ideologías de despacho que destruyen la forma de vida de nuestros pueblos

La Presidenta del PP de Extremadura ha mantenido esta mañana un
encuentro Fedexcaza para seguir escuchando las demandas, las
aportaciones y las consideraciones de sectores fundamentales en la vida
pública extremeña. Sectores que también son parte clave del sostenimiento
económico y medioambiental de la región, y es el caso del sector
cinegético, con una incidencia clave en el medio rural.

María Guardiola afirma que lo que está ocurriendo en el mundo rural es
intolerable. La señalización, la estigmatización, de los cazadores, es
impropia de unos buenos gestores. Nuestro Gobierno central, con la
omisión de nuestro Gobierno autonómico, están hostigando la caza en
particular y la realidad del campo en general. Y Se está atacando a los
que, durante toda su vida, se han ocupado de cuidar nuestros activos
medioambientales, como son los cazadores, los aficionados y a los
empresarios y trabajadores del sector cinegético.

Se está perpetrando un ataque a nuestras costumbres, se está
desactivando de manera sectaria y sin diálogo aquello que ha funcionado
durante siglos y que da de comer a mucha gente. Y yo desde aquí les
recuerdo a Vara y a Sánchez que Extremadura es campo, que Extremadura
es caza y que no vamos a tolerar que se impongan ideologías de despacho
que destruyen las oportunidades y las formas de vida de nuestros pueblos.
• La caza crea empleo, fija población y tiene un papel protagonista en la
sostenibilidad de nuestro medio rural. Pero, desafortunadamente, el sector
vive momentos de verdadera incertidumbre y ataques constantes que
llevan la firma de un gobierno del PSOE empeñado en prohibir, en coartar
la libertad y atacar sistemáticamente nuestras tradiciones. Y lo hacen
desde el desconocimiento y el prejuicio.

El PP está con los cazadores, por eso, volvemos a pedir la exclusión de la
actividad cinegética del proyecto de Ley que el Consejo de Ministros del
Gobierno de España aprobó el pasado 1 de agosto y que supondría nada
menos que el fin de la caza, al someterla a una gravísima situación de
indefensión jurídica.

El PSOE quiere que renunciemos a nuestras tradiciones, a nuestras
costumbres, pero el PP cree en la caza, entre otras cosas, porque son los
cazadores quienes mejor conocen la gestión cinegética que se puede llevar
a cabo en el territorio.

María Guardiola manifiesta que hay que acabar con tanto intervencionismo
de la administración, confiar más en el sector cinegético y establecer los
criterios generales y los controles oportunos para el cumplimiento de las
normas.

Estamos en una región con 70.000 licencias de caza y supone cada
temporada en Extremadura una inversión de 385 millones de euros, y hay
más de 200 empresas funcionando y creando empleo. Las monterías
generan anualmente cerca de ciento sesenta millones de euros, generan
empleo en nuestros pueblos, asientan población en el entorno rural, el
sector de la hostelería, los rehaleros, el sector de la carne de caza, los
alojamientos turísticos se ven beneficiados por esta práctica. A estos datos
se les debe sumar los generados por la práctica de la caza menor que
también son cuantiosos.

Vara está callado y no debería estarlo. El PSOE ejerce una vez más la
hipocresía política, dice defender la caza en Extremadura, pero no se
opone a las limitaciones que desde el Gobierno de Sánchez y su Ministerio
de Transición ecológica vienen realizando. Y un ejemplo es la prohibición
de cazar en Monfragüe, o la prohibición de caza de diferentes especies
cinegéticas la incorporación de estas al catálogo de especies amenazadas.