Arrancaba el siglo XXI y, con él, la trayectoria literaria de Jorge Molist (Barcelona, 1951). Con la publicación en 2000 de su primer libro se empezaba a atisbar lo que hoy en día ya es una realidad: que es uno de los grandes autores de novela histórica de nuestro país. Premios y reconocimientos internacionales así lo avalan.
Esta tarde, la Feria del Libro de Cáceres ha acogido la presentación de su último trabajo; un libro basado en hechos reales, cuya trama empieza con el inicio de la conquista del Mediterráneo por parte de la Corona de Aragón y culmina con el final de las Cruzadas y la Orden del Temple.
Y aunque escuchar a Molist es recibir una clase magistral de Historia, según señala, “con ‘El latido del mar’ (Ed. Planeta), aun con la esperanza de que el lector aprenda algo, solo pretendo entretener”.
Escribir sobre el protagonista, Roger de Flor, reconquistador de Bizancio para la cristiandad en el siglo XIII, le ha llevado dos años. Dice que no es mucho tiempo porque cuando se puso frente al ordenador ya llevaba adelantado mucho trabajo de investigación.
Los hechos y los datos están ahí, apunta, pero “lo importante son los personajes y cómo éstos se relacionan unos con otros a través de las emociones”. Las que vamos a encontrar a lo largo de sus más de 600 páginas de ritmo trepidante son, sobre todo, el amor hacia una madre, el honor y la sed de justicia.
Apasionado de la historia, como no puede ser de otra manera, es estudiándola como encuentra los relatos que quiere contar. “Cuando algo que leo en los libros o en los viejos archivos me toca el corazón, es ahí cuando tengo claro sobre qué he de escribir”.
Balance de la Feria
El escritor catalán ha sido el encargado de cerrar la XXIII edición de la Feria del Libro de Cáceres. Según la organización, cerca de 20.000 personas han pasado por ella a lo largo de estos diez días. El primer fin de semana, que coincidió con la festividad de San Jorge, patrón de la ciudad, Cánovas fue un auténtico hervidero de aficionados a la lectura que, bien solos o bien acompañados de sus familias, pasearon entre los 14 stands instalados.
Prueba del éxito del certamen lo hemos visto en la caseta de autores: mucho público, de todas las edades, en las más de 50 presentaciones de libros que ha acogido. En algunas de ellas, incluso, se ha superado el aforo del espacio.
Los libreros, por su parte, también hacen un balance muy positivo de la Feria. Si bien el calor de los últimos días ha dejado a mucha gente en casa, y aunque todavía es pronto para cuantificar el volumen de ventas, éstas pueden equipararse a la edición de 2022.
Los más veteranos en estas lides, como pueden ser Pléyades o Cervantes, y que ya cuentan con clientes habituales, señalan que “salir a la calle acerca los libros a la gente aún más”. Para los que