Contaba con préstamos y tarjetas por valor de 44.504,70 euros a deber ante diferentes entidades financieras.
El no poder compaginar la cuota mensual y los gastos necesarios para mantener a su hijo le llevó a declararse insolvente y acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad.
La Asociación de Ayuda al Endeudamiento, grupo de abogados que se ha encargado de llevar este caso, ha conseguido este logro en tan solo 13 meses de duración.
¿Qué hacer cuando no tienes para pagar todo lo necesario?
Se trata de un caso de los menos vistosos pero muy común entre la gente que se quiere acoger a la Ley de la Segunda Oportunidad. Este informático estuvo durante un tiempo entre la espada y la pared.Tras fracasar su idea de emprender un nuevo negocio debido al timo de uno de sus socios, debía mantener el solo todos los gastos necesarios para pagar su alquiler y los gastos asociados a su vida y la de su hijo.
Con el tiempo el estrés iba aumentando por su esfuerzo en abonar todo pero se vio obligado a realizar pequeños impagos en sus cuotas. Esto generó inmediatamente una alarma de las entidades que comenzaron a contactar con nuestro protagonista para reclamar la puntualidad de los cobros. Debido a que las entidades no empatizaban con la situación del informático, estos continuaban con las amenazas de embargo.
Fue entonces cuando en abril de 2022, con un estado de salud afectado por el acoso de las financieras, decidió buscar una forma de obtener un respiro. Solicitó el asesoramiento de la Asociación de Ayuda al Endeudamiento y los abogados, tras comprobar que cumplía los requisitos, recomendaron acogerse al procedimiento.
No fue fácil para el deudor dar el paso, pero consideró las muchas facilidades que le ofrecía esta asociación para afrontar el coste del procedimiento. Una vez empezado, la ley ya garantiza uno de los dos posibles resultados: un acuerdo con los acreedores o la exoneración total (BEPI).
Cómo consiguió la exoneración de todas sus deudas
Uno de los beneficios que obtuvo, y clave para que se acogiera al proceso, fue el inminente alivio económico. Presentando el primer escrito informa de que no puede pagar esas deudas y comienza un periodo de negociación. Esto le permite no tener la obligación de pagar a las entidades y estar protegido ante cualquier intento de embargo.
Pepe Domínguez, letrado de la Asociación, explica: “Dado que no se ha cumplido la función con la que se implantó, disminuir cantidad de concursos, este trámite solo creaba desventajas para todas las partes.
Tras esto, el deudor tenía el derecho de solicitar la exoneración del 100% de la deuda y así lo hicieron efectivo sus abogados presentando la demanda de concurso ante los juzgados de Cáceres.
Finalmente, la petición fue aceptada por el Juzgado Primera Instancia nº1 de Cáceres concediendo el BEPI (Beneficio de Exoneración del Pasivo Insatisfecho) al asociado. El proceso se ha llevado a cabo de forma fugaz con tan solo 13 meses de duración cuando el promedio está entre los 20 y 24 meses.
Requisitos que marca la Ley de la Segunda Oportunidad
Para acogerse al procedimiento es necesario cumplir una serie de requisitos, que han cambiado con la reforma concursal. Estos son: la insolvencia del interesado, no haber sido exonerado 5 años y carecer de delitos de orden socioeconómico.
Una vez comprobados estos presupuestos se dictó la resolución definitiva el pasado 22 de mayo concediendo el BEPI (Beneficio de Exoneración del Pasivo Insatisfecho) ha supuesto dejar a este deudor libre de pagar 44.504,70 euros.
En lo poco que llevamos de 2023, se puede observar un crecimiento de la Ley de la Segunda Oportunidad. Tanto en las personas que se acogen a ella como en la aplicación por parte de los Juzgados. Todas las sentencias de la entidad son de acceso gratuito en su web.