Como es habitual, el acto institucional ha contado con un discurso ciudadano que, en esta ocasión, ha corrido a cargo de la científica María Victoria Gil Álvarez, a su vez Medalla de Extremadura en 2018.
«Hoy hace justo cinco años que, habiendo sido propuesta por el Ayuntamiento de Almendralejo, recibí la Medalla de Extremadura.
El motivo de este reconocimiento fue haber fundado la Asociación Extremeña de Alérgicos a Alimentos (AEXAAL), la asociación autonómica que en materia de alergias alimentarias cuenta con el mayor número de socios de toda España. Hoy en día, aúna ya a más de 700 familias extremeñas», ha recordado.
«Haber sido, durante ya trece años, la voz de las familias que conviven con esta enfermedad ante los diferentes agentes implicados ha supuesto un reto personal importante. Hemos escuchado desde la empatía, acompañado desde la experiencia y asesorado sobre todo aquello que estaba a nuestro alcance, proporcionando a las familias un importante apoyo pedagógico y psicológico», ha señalado.
Finalmente, Gil ha aprovechado su intervención para reconocer su «dolor» al ver muchos jóvenes marcharse de Extremadura y también para advertir que «es pura necesidad contar con una conexión ferroviaria que vertebre nuestra región, garantice nuestro desarrollo económico y social, e integre a Extremadura en el resto del país».
«Señores gobernantes del ámbito nacional, seáis quienes seáis, y parafraseando a esos jóvenes que lucharon por la creación de nuestra universidad: en este asunto del tren, los extremeños no os estamos pidiendo un favor, os estamos reclamando un derecho», ha zanjado.
