Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil han iniciado una investigación a tres cazadores furtivos sorprendidos en dos operaciones distintas en la provincia de Cáceres.
El 24 de diciembre, dos individuos fueron detectados cazando con galgos en una finca en el término municipal de Cáceres, un área debidamente señalizada como zona de caza limitada cerrada. A pesar de los intentos de los cazadores de evitar ser identificados, los agentes lograron alcanzarlos y dirigirlos al lugar donde habían estacionado su vehículo. Las comprobaciones realizadas revelaron que ambos cazadores no poseían la documentación necesaria para la caza.
En una operación separada en octubre, durante una montería autorizada en un coto en Serradilla, se identificó a un individuo cazando fuera de la montería, en un terreno cinegético distinto al autorizado. El cazador, que portaba un arma semiautomática con una bala en la recámara y dos en el cargador, fue investigado penalmente el 29 de diciembre por un supuesto delito contra la fauna y caza furtiva.
Las actuaciones del SEPRONA buscan proteger las poblaciones cinegéticas y garantizar la seguridad de los cazadores. Entre estas medidas se encuentra la prevención de las “retrancas”, prácticas ilícitas que consisten en aprovechar el movimiento de los animales abatidos en las monterías para cazarlos desde fincas o zonas limítrofes, lo que supone un alto riesgo de accidente para los cazadores que realizan su actividad de forma legal.
