La presidenta de Extremadura advierte sobre el impacto del cierre de la central de Almaraz
Mérida, 15 de enero de 2025 – La presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, ha hecho un llamado urgente a los presidentes de otras comunidades autónomas para que se unan a su lucha por la continuidad de las centrales nucleares en sus territorios. Esta iniciativa surge a raíz del inminente cierre de la central nuclear de Almaraz, programado para comenzar en 2027, lo que, según Guardiola, podría tener consecuencias significativas sobre la soberanía energética del país.
En sus cartas, Guardiola se dirigió a los líderes de las comunidades de Cataluña, Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha, enfatizando el impacto que tiene la actividad de la central de Almaraz no solo sobre el suministro energético sino también sobre la economía de miles de familias. En total, más de 3,000 familias en la región dependen directamente de la operación de esta central, un factor que añade una capa de urgencia a su solicitud.
La presidenta extremeña destacó que, además de su importancia económica, la central de Almaraz ha sido reconocida por el organismo WANO (World Association of Nuclear Operators) por su excelente desempeño, lo que pone de manifiesto que operar esta planta es, hasta el momento, seguro y eficiente. «Cerrar Almaraz no solo significaría el fin de una fuente importante de energía, sino también un golpe a nuestra soberanía, entrampando a Extremadura en una dependencia mayor de fuentes externas de suministro energético», afirmó en su comunicado.
Asimismo, Guardiola instó a los presidentes de otras comunidades a evaluar las repercusiones de la posible desconexión de centrales nucleares a nivel nacional. Afirmó que el futuro energético de España necesita soluciones que aseguren la estabilidad social y económica del país en conjunto.
El cierre de Almaraz se enmarca en una tendencia más amplia de diversas comunidades que están cuestionando la viabilidad y el futuro de la energía nuclear en España. Sin embargo, el aprecio por la central de Almaraz y su impacto positivo en el empleo y la economía local ha motivado a Guardiola a actuar en defensa de su continuidad.
La presidenta ha señalado que el apoyo de otras regiones es crucial, ya que la coordinación entre comunidades puede ser clave para influir en decisiones políticas que afectan al sector energético. En enero de este año ha comenzado un debate más amplio sobre la energía, donde la nuclear se pone en conflicto con las iniciativas de sostenibilidad y energías renovables.
En síntesis, la presión de Guardiola y su llamado a la colaboración intercomunitaria podría marcar un punto de inflexión en la política energética nacional. Con la cuenta regresiva para el cierre de Almaraz comenzando en 2027, la presidenta está decidida a encontrar aliados para asegurar el futuro energético no solo de Extremadura, sino de España en su conjunto.