atrium musicae

Atrium Musicae, todo un lujo musical desde Cáceres para el mundo

Intensa resaca musical en la Bombonera cacereña

Paco de Borja, 4 de febrero de 205.- Atrium Musicae merece las plausibles consideraciones de cualquier melómano al uso que ame la música, mal denominada » culta», diríamos mejor música integral, por lo que abarca y hace sentir.

Es de justicia mantener el interés, la atención y el poder de convocatoria que tiene este acontecimiento,  ideado por dos restauradores de fuste como Toño Pérez y José Polo, que inteligentemente han confiado en un crack como Antonio Moral. El resultado es el que ha sido: un éxito global que ha satisfecho a cientos de asistentes, ávidos de sentimientos encontrados con músicos de enorme categoría que han conseguido un delicioso feedback, y que aún perdura en lo sensorial, como no puede ser de otra manera.

Atrium Musicae ha ofrecido un programa de elevado interés y gran categoría. El público en tan materia, disciplina o placer, llámenle como quieran, suele ser entendido y ha llenado todo lo que se ha plasmado en la oferta. Su tercera edición avala su apuesta por congregar a la afición de un arte que en Cáceres se viene pergeñando desde hace muchos años a través de diversas iniciativas, la mayoría de ellas de ámbito privado al que se » apuntan» las instituciones a modo de patrocinio, lo cual no deja de ser una obligación si se trata de generar educación, en este caso, musical. El caso de la Fundación Atrio es digno de resaltar pues en tan solo tres ediciones se ha consolidado como una cita ineludible en el circuito de conciertos de tal índole.

Además de lo ofrecido en las preciosas iglesias de Santa María y Santiago – todo un acierto – y de los Museos Helga de Alvear y Vostell, amén de la algarabía callejera en las puertas del Arco de la Estrella, el núcleo central se ha desarrollado en » la Bombonera», en nuestro Gran Teatro, con un equipo profesional y muy atento, cosa que es de agradecer, y unas instalaciones idóneas para este tipo de eventos, ya que el recogimiento, el silencio, la atención y la concentración se aúnan de continuo en tal lugar para conseguir la simbiosis entre artistas y público.

zacharias

El pasado 31 de enero fue una gozada sensorial ver y escuchar a un veterano como es Christian Zacharias, más de 50 años de carrera exitosa, con un prestigio mundial fuera de cualquier duda. Sus dedos o bien acariciaban el teclado o corrían por él a un ritmo que cada obra marcaba y la genialidad del artista le imprimía.  Muy bien escogido el programa, Zacharias brilló sobremanera  con Moments Musicaux D780 de Franz Schubert, se elevó con Franz Joseph Haydn y su Sonata en do mayor Hob. XVI:48 pero es que llegó la segunda parte con el regalo de Francois Couperin y les Moissonneurs, –  sin olvidar a Domenico Scarlatti y su Sonata en do menor K.158  – y la pieza final de nuevo con Poulenc con una Mélancolie que nos hizo soñar y emocionarnos.

¡ Bravo por Christian Zacharias!

schuen y heide

El mes de febrero se iniciaba en la Bombonera con un dúo genial, no solo ya por su calidad artística sino por su prestancia, elegancia y saber estar en un escenario. Elegancia y solidez puras. El francés Daniel Heide y el italiano André Schuen. Maravilloso concierto, seguido con un silencio y atención que abrazaban el ambiente que supieron imprimir estos dos jóvenes artistas sobre el escenario. Un piano y una voz. ¡ Qué pianista y qué barítono!. Los dedos de Heide al compás de voz de Schuen. La nitidez y prestancia del acompañamiento musical hermanado con la versátil voz, en un perfecto alemán, que el italiano  iba masticando y aireando con precisión. Gustav Mahler con canciones de un camarada errante y Schubert con un haz de seis piezas románticas donde sobresalieron El pescador felizmente enamorado y sobre todo, el cierre de la primera parte con El Hijo de las musas conformaron 40 minutos de sensaciones super agradables en un público entregado..

En la segunda parte de nuevo Schubert y tres precisas y bien cohesionadas piezas a cargo de Heide y Schuen, donde nos encantó sobremanera Tú eres mi reposo, con elegantes cambios de tesitura para terminar apoteósicamente con Mahler y su Cinco canciones sobre textos de Friedrich Rückert, con un final donde especialmente se lució el barítono haciendo unos preciosos requiebros plenos de matices, brillando en el escenario de nuestro Gran Teatro, sobriamente iluminado para el elegante lucimiento de los protagonistas.

quiroga y aedeeva

Como colofón un nuevo y brillante concierto de Atrium Musicae, el regalo que nos dio el afamado Cuarteto Quiroga, que ya había hecho las delicias de los concurrentes en la sin par iglesia de Santiago el Mayor, para elevarse aún más si cabe en la Bombonera con la sobria pianista rusa Yulianna Avdeeva, precedida de una bien ganada fama de excelente intérprete. No hay más que consultar los curriculums de ambos para rendirse ante ellos, como demostraron durante hora y media con las obras de Dmitri Shstakövich y sus Veinticuatro preludios y fugas para piano donde de la tranquilidad  del primero, la Avdeeva fue creciendo para rubricar con un poderoso nº 24 en re menor, que dio paso a Johann Sebastian Bach y Wolfgang Amadeus Mozart con Cinco fugas de El clave bien temperado de Bach, versionadas por Mozart y que la estupenda pianista fue desgranando divinamente por el negro y brillante teclado sonando como los ángel custodios.

En la segunda parte vuelve la ponderada pianista a brillar con la Toccata para teclado en re mayor BWV 912, in crescendo para rubricar con una apoteósica pieza a un ritmo endiablado que dejó entusiasmado al público, que esperaba el cierre con el Cuarteto Quiroga y la propia Avdeeva para deleitarnos con una pieza brillantísima como es el Quinteto para cuerdas y piano en sol menor op. 57 de Dmitri Shostakóvich con un Allegretto final que levantó a la concurrencia de sus asientos.

Los bravo y los aplausos sobresalieron en los tres conciertos como agradecimiento a la profesionalidad, calidad y entrega de los artistas, todos y cada uno de gran fama y prestigio, acertadamente elegidos por Antonio Moral respetado factótum de un ciclo que ha dejado un estupendo sabor de boca en los que hemos tenido la chance de disfrutar durante tres días nada menos que diez conciertos del oportuno Atrium Musicae que propicia la cacereña Fundación Atrio.

¡ Hasta la IV edición !.