Nenúfar mexicano en el Guadiana pacense.

El Guadiana se enfrenta a su invasor verde a su paso por Mérida con el ambicioso plan para erradicar el nenúfar mejicano

R. DEx, 8 de abril de 2025.- El río Guadiana se ha convertido en escenario de una batalla ecológica. La presencia masiva del nenúfar mejicano, una especie exótica invasora, ha alterado el equilibrio del ecosistema fluvial, afectando tanto a la biodiversidad como a la calidad del agua. Ahora, un ambicioso proyecto de recuperación, con una inversión total de 26 millones de euros, busca restaurar su cauce y devolverle su esplendor natural.

Las obras, previstas para iniciar en otoño, comenzarán en un tramo clave entre el río Gévora y el arroyo de la Cabrera, extendiéndose hasta el azud de La Pesquera. La empresa Tragsa asumirá la primera fase con un presupuesto de 4,5 millones de euros, mientras que otros 2 millones se destinarán a la asistencia técnica. En paralelo, se licitarán 20 millones adicionales para la siguiente etapa, que abarcará 38 kilómetros del río, incluyendo el término municipal de Badajoz y sus afluentes.

El objetivo del proyecto no es solo eliminar las extensas manchas de nenúfar que han colonizado el cauce, sino también desinfectar los lodos acumulados a lo largo de los años, evitando futuras proliferaciones. Los expertos advierten que el proceso será complejo y prolongado, con una duración estimada de seis años, en función de las condiciones meteorológicas e hidrológicas.

Desde la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG), su presidente, Samuel Moraleda, ha destacado la importancia de la cooperación entre administraciones para garantizar el éxito de la intervención. La Junta de Extremadura, el Ayuntamiento de Badajoz y el Gobierno central han alineado esfuerzos para la ejecución del proyecto, cofinanciado en un 85 % con fondos europeos.

Más allá de la erradicación del nenúfar, la iniciativa contempla mejorar la permeabilidad de los azudes urbanos, responsables de la retención de lodos que han favorecido la expansión de la planta. La instalación de compuertas en infraestructuras clave, como la de La Pesquera y La Granadilla, forma parte del plan integral de recuperación del río.

El desafío no será solo técnico, sino también social. El Ayuntamiento de Badajoz ha solicitado especial atención al manejo de los residuos extraídos, buscando minimizar las molestias para los vecinos. Mientras las obras avanzan, la ciudadanía sigue con atención el proceso, esperando que el Guadiana vuelva a ser el río vibrante y limpio que ha definido a la región durante siglos.

Este proyecto no es solo una obra de ingeniería, sino un compromiso con la preservación del patrimonio natural de Extremadura.