Rómulo Peñalver, 8 de abril de 2025.- Las calles de la Ciudad Monumental de Cáceres vuelven a convertirse en un escenario de historia y emoción con la representación de la Pasión Viviente, que tendrá lugar el jueves 10 de abril a partir de las 20:30 horas. En esta sexta edición, más de 250 personas, entre actores, bailarines y figurantes, darán vida a los últimos días de Jesucristo en un montaje que se consolida como una de las citas culturales más esperadas de la Semana Santa cacereña.
La gran novedad de este año es la inclusión, por primera vez, de la escena de la última cena, que tendrá lugar en las escalinatas del Arco de la Estrella. Con esta incorporación, la escenificación amplía su recorrido por la parte antigua, transformando Cáceres en un auténtico Jerusalén de hace más de 2.000 años.
La representación comienza en la Plaza Mayor, donde las tropas romanas darán la bienvenida y Jesús hará su entrada triunfal en la ciudad. Desde allí, el recorrido se adentra en distintos puntos emblemáticos: en la plaza Conde de Canilleros se escenificará la oración en el huerto y el prendimiento; en Santa María tendrá lugar el juicio ante el Sanedrín; y en San Jorge se desarrollarán los momentos cruciales ante Pilatos y Herodes.
El Vía Crucis recorrerá los adarves hasta culminar en la plaza de San Mateo, donde, hacia las 23:30 horas, se llevará a cabo la crucifixión en una propuesta visual contemporánea que, a través de haces de luz en forma de cruz, se ha convertido en el sello artístico de la producción.
El montaje, dirigido por Marcos Yépez, se despliega durante más de tres horas en un formato que mezcla teatro, iluminación y sonido envolvente. Yépez destaca la complejidad de coordinar una puesta en escena de tal magnitud, que no solo involucra actores y técnicos, sino también la propia arquitectura de la ciudad, que se convierte en un decorado natural.
A pesar de su éxito, la producción se enfrenta al desafío económico de mantenerse año tras año. Con un presupuesto de poco más de 14.000 euros, los organizadores han señalado que los recursos son insuficientes para el nivel de calidad que buscan ofrecer. El Ayuntamiento de Cáceres aporta 7.500 euros a través del Consorcio Cáceres Ciudad Histórica, destinados a iluminación, sonido y montaje. Además, la representación cuenta con el apoyo de instituciones privadas y fundaciones como Tatiana, Mercedes Calles y Valhondo.
Para Pablo Mejías, actor cacereño que encarnará a Jesucristo este año, asumir el papel es un auténtico regalo. “Mi padre es carpintero y el primer nombre de mi madre es María, así que tenía que ser yo”, ha dicho con humor en la presentación del evento. Mejías ha trabajado en profundidad su interpretación para acercar al público la dimensión más humana del personaje.
El éxito de la Pasión Viviente ha despertado el interés de otras ciudades, como Valencia, que han manifestado su intención de acoger la representación. No obstante, por ahora, sigue siendo un espectáculo exclusivo de Cáceres, y un atractivo añadido en el camino de la ciudad hacia la capitalidad cultural europea en 2031.
Con cada edición, la Pasión Viviente se consolida como un evento de gran impacto visual y emotivo, capaz de transportar a los asistentes a una época clave de la historia desde una perspectiva teatral y contemporánea.