Cartas a “Ari”
Querida “Ari”: Recuerdas cuando yo iba recitando aquellos versos de Rodrigo Caro y tú me mirabas como diciéndome déjate ahora de poemas y atiende que ahí delante hay una perdiz camuflada entre en ese lentisco. Tiempo feliz aquel en que disfrutamos tanto de la caza, de la caza buena, la de andar despacio y jotreando laderas, tesos y vaguadas. Bueno, aquello ya pasó y tú ahora corres, no sé si tan feliz, por los verdes campos del Edén, tal vez buscándome o buscando a Rodrigo para pararle una liebre y que le hiciera dar unas volteretas. A lo que estamos. Qué quieres que te cuente. Que cómo está el panorama patrio. Recuerdas aquellas tardes en que veíamos aparecer por Portugal unos nubarrones negros y olía ya la humedad de la lluvia. Inexorablemente el viento soplaba de poniente y nos traía la tormenta. Pues eso, así está la cuestión social en esta sufrida y asombrosa piel de toro. Los felones de siempre sembrando la maledicencia, la sevicia, la podredumbre y el paroxismo. No se cansan. Una y otra vez vuelta la burra al trigo. Y los demás aquí callados aguantando el chaparrón y pasando el filo de la navaja por la chaira. Pero cómo, que encima no se les puede decir nada. No hay posibilidad de que escuchen los argumentos que demuestran que no tienen ni pizca de idea de lo que pasó en la Historia ni de lo que pretenden que vuelva a pasar. Mira “Ari”, no te doy más la matraca con mis “mudas perspectivas serias”. Ahora, que no hay caza, bueno los corcistas están a lo suyo, pero esa no es mi guerra así que nada, me dedico a echar la caña en cata del black-bass y esperando a que llegue la temporada de las tencas. Ya te contaré cómo va la cosa hogaño. El Barsa ganó la liga, vale, tras veinte años de corrupción comprando los favores de un tal Negreira, y el Madrid, a pesar de ese fenómeno Mbapée, nada de nada. Claro que ahí tenemos a nuestro amadísimo Atlético que tras alguna cal, muchas arenas. Es lo suyo. Más adelante te iré contando. Un abrazo fervoroso y tuyo afectísimo. SCM.