Almaraz en el limbo
El delegado del Gobierno en Extremadura, José Luis Quintana, reitera que la continuidad de la Central Nuclear de Almaraz depende exclusivamente de Iberdrola, Endesa y Naturgy. La reunión de accionistas vuelve a aplazarse y el Ejecutivo central mantiene su posición: no habrá acción sin solicitud formal.
R. DEx, Extremadura, 20 de junio de 2025.- En plena incertidumbre sobre el porvenir de la Central Nuclear de Almaraz, el Gobierno de España ha querido dejar claro —una vez más— que no es suya la pelota. El delegado en Extremadura, José Luis Quintana, ha sido tajante al asegurar que la decisión de prorrogar o no la vida útil de la planta es una competencia estrictamente empresarial.
“Son exclusivamente las empresas”, ha repetido Quintana ante la prensa este viernes en Cáceres, después de conocerse que la reunión de los accionistas prevista para decidir sobre la prórroga ha sido nuevamente suspendida. “Esta es una cuestión exclusivamente empresarial y tiene que quedar absolutamente claro”, insistió, ante el desconcierto de que ni siquiera todas las propietarias (Iberdrola, Endesa y Naturgy) hayan remitido una propuesta unánime al Ministerio para la Transición Ecológica.
Un calendario enmarañado y decisiones postergadas
Desde principios de 2024 se viene hablando de una inminente reunión decisiva que, sin embargo, ha sido sucesivamente postergada: “una semana, un mes, un mes y medio… y todavía no se han reunido”. El motivo no es técnico ni político, sino corporativo: al tratarse de una comunidad de bienes, la decisión debe ser adoptada por consenso del 100% de los accionistas. Algo que, a día de hoy, no ha ocurrido.
En este clima de aplazamientos y falta de consenso, el Gobierno central permanece a la espera. “No podemos actuar sin una solicitud formal. Hemos conseguido que todo el mundo entienda que esto depende únicamente de las empresas”, matizó Quintana.
Los residuos, la deuda que heredarán los nietos
Otro de los aspectos abordados por el delegado del Gobierno fue el de la fiscalidad asociada a la gestión de residuos nucleares. Quintana precisó que no todo lo que pagan las eléctricas son impuestos, sino que parte corresponde a una tasa específica destinada a sufragar los gastos derivados de los residuos radioactivos, cuya gestión se prolongará durante siglos.
“Es una deuda que dejamos a las generaciones futuras. Y quien la genera, la paga. Es de justicia”, señaló. Además, recordó que la llamada ecotasa de Extremadura es un tributo adicional que también se aplica en otras regiones, sin distinción de trato.
COMENTARIO EDITORIAL DEx
La estrategia del no-movimiento
La escena parece sacada de un teatro del absurdo: tres gigantes energéticos que aplazan sin fecha la decisión clave sobre una infraestructura vital, un Gobierno que observa pero no interviene, y un territorio que espera sin saber qué planear. La Central de Almaraz sigue funcionando, pero su futuro es rehén del inmovilismo empresarial.
Es comprensible que la decisión de mantener abierta o cerrar una central nuclear no sea baladí. Pero lo que no lo es menos es la responsabilidad social y medioambiental que implica dejar pasar el tiempo sin una hoja de ruta clara.
Si Iberdrola, Endesa y Naturgy no se ponen de acuerdo, será el tiempo —y no sus directivos— quien decida por ellas. Y el reloj de Almaraz ya lleva mucho tiempo sonando.