AMP.- Igualdad eleva a 24 las asesinadas este año por violencia machista, tras confirmar el caso de Badajoz

DON BENITO, LA HERIDA ABIERTA DEL MACHISMO

Por Paco de Borja, Extremadura, 6 de agosto de 2025.Don Benito se despertó este pasado lunes con el corazón encogido y la mirada clavada en un silencio imposible de sostener. En un bloque anodino de viviendas, una vecina más, una madre de cuatro niñas, una mujer de 34 años, había sido asesinada presuntamente por su pareja. Se llamaba Ilham. Y su nombre ya forma parte del listado negro y doloroso de las víctimas de violencia machista en España. Van 24 en lo que va de 2025. Desde 2003, cuando se empezó a contar lo que ya no se podía ocultar, 1.318 mujeres.

Ilham llevaba desaparecida desde el 30 de julio. Su entorno, inquieto, la buscaba. Y en ese silencio sospechoso y aterrador, el hallazgo de su cadáver este 4 de agosto terminó por confirmar los peores presagios. El Ministerio de Igualdad no tardó en reconocer su caso como lo que era: otro feminicidio.

Detenido su presunto asesino, un hombre de 41 años contra el que ya constaban denuncias previas por violencia de género, se reabre una pregunta que demasiadas veces queda sin respuesta: ¿qué falló? ¿Qué parte del sistema, de los avisos, de los protocolos, no llegó a tiempo?

Ilham deja huérfanas a cuatro menores. Cuatro vidas quebradas por el dolor y marcadas para siempre. El contador de hijos e hijas huérfanos por violencia machista en 2025 sube a 16. Desde 2013, son ya 485.

Don Benito, esa ciudad del sur de Badajoz que se estremece una vez más, acoge ahora el duelo colectivo de una comunidad que se pregunta cómo pudo volver a suceder. Porque sí, es el segundo crimen machista registrado en Extremadura en lo que va de año, y el primero del mes de agosto a nivel nacional. Un mes en el que los datos y la experiencia avisan: el calor y las vacaciones no alivian, agravan.

Desde todos los rincones del Estado han llegado reacciones. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, expresó su repulsa con un mensaje claro: “Hagamos frente a la barbarie de la violencia machista con determinación y unidad”. La ministra de Igualdad, Ana Redondo, fue más allá y apeló a la vigilancia de los entornos: “Un asesino machista ha acabado con la vida de Ilham, dejando a cuatro hijos huérfanos. El menor de ellos, con solo tres años”.

La presidenta del Congreso, Francina Armengol, sumó su voz al clamor: “El machismo nos desgarra como sociedad. No caben excusas”.

Pero, ¿y mañana? ¿Quién mira a los ojos a las niñas de Ilham? ¿Quién les explicará por qué su madre ya no está? ¿Quién transforma las condolencias en medidas eficaces? Porque no basta con la condena institucional. Hace falta una sociedad vigilante, activa, comprometida.

Don Benito no olvidará a Ilham. Y nosotros, periodistas, ciudadanía, administraciones, tampoco deberíamos hacerlo. Que su nombre no sea solo un número en una estadística. Que su historia nos mueva. Que el dolor no se normalice.

Porque cada mujer asesinada es una grieta en nuestra democracia. Y cada silencio cómplice, una vergüenza colectiva.

Si tú, lector-a,  o alguien que conoces sufre violencia de género, llama al 016 (gratuito, no deja rastro en la factura). También puedes escribir por WhatsApp al 600 000 016. Siempre hay salida.