Gianluigi Donnarumma cada vez está más cerca de la puerta de salida. Tras el fichaje de Lucas Chevalier, Luis Enrique ha dejado en la grada al portero italiano de cara a la Supercopa de Europa ante el Tottenham. Uno de los héroes de la Champions League de los parisinos parece que ha puesto ya punto y final a su etapa en el club.
Una ausencia que apunta a un adiós
Si bien desde el club hablan de una “decisión técnica” tomada por Luis Enrique, es más bien una señal: Donnarumma no estará en Udine y Chevalier, guardameta recién llegado del Lille, será titular en el partido del título, algo impensable hasta en las bet más arriesgadas. Diversos medios franceses dan por hecho que el italiano está apartado mientras el PSG reordena su portería y escucha ofertas. Uno de los jugadores clave para la consecución de la primera Champions League del cuadro parisino parece que saldrá casi por la puerta de atrás.
El contexto contractual ayuda a entender las razones detrás del movimiento. Donnarumma tiene vínculo hasta 2026 con el equipo y, hasta ahora, las conversaciones para renovar el contrato no han llegado a buen puerto, lo que lleva al club a querer venderlo antes de que se vaya totalmente gratis. Además, el PSG ha invertido una gran suma de dinero, entre los 50 y los 55 millones de euros, una apuesta que refuerza la idea de que Chevalier es un fichaje para que juegue inmediatamente.
Qué cambia para el PSG en la portería
A corto plazo la idea es clara: Chevalier será el portero que dispute la final de la Supercopa de Europa, y se supone que también será el titular de cara al inicio de la Ligue 1. Pero el desbarajuste bajo los palos del cuadro francés no se queda ahí. En la convocatoria tampoco ha entrado uno de los jugadores importantes del oro olímpico de España en París 2024: Arnau Tenas. El guardameta, clave según las apuestas entonces, pero que está sufriendo mucho en su etapa en Francia, también debería terminar saliendo.
La cita exige decisiones que apuntan a que serán firmes. El partido enfrenta al Campeón de Europa contra el campeón de la Europa League, el Tottenham. Más allá del trofeo, el encuentro servirá para medir la nueva estructura del equipo y, especialmente, para ver si Chevalier está a la altura de sustituir al que muchos consideran a uno de los mejores porteros del mundo. Si Donnarumma no ha salido para entonces, aún podría convencer a Luis Enrique y sacar un mejor contrato al PSG.
Pero si algo deja claro la convocatoria es que cada vez el margen de maniobra es más estrecho. El club ha tenido que optar por medidas drásticas para presionar al jugador para buscarse la vida. Donnarumma, hasta ahora, había reiterado su voluntad de competir en París, pero tendrá que decidir si acepta un rol secundario… o incluso un año en blanco. Sea cual sea el desenlace, la final llega con una lectura deportiva evidente: el PSG empieza con una revolución bajo palos.
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