R. DEx,Cáceres / Madrid, 18 de agosto de 2025.- El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, viajará este martes a Extremadura para seguir de cerca la evolución del incendio forestal de Jarilla, que continúa activo y ha calcinado ya más de 13.000 hectáreas de monte y terreno agrícola, según las últimas estimaciones oficiales.
El Ejecutivo central no ha precisado aún los detalles del recorrido que realizará el presidente en la zona, aunque se espera que mantenga encuentros con autoridades autonómicas y responsables del operativo de extinción.
La visita se enmarca en la ronda de desplazamientos que Sánchez está realizando por las comunidades más castigadas por los incendios este verano. El domingo estuvo en Galicia y Castilla y León, donde anunció la propuesta de un gran pacto de Estado para la mitigación y la adaptación a la emergencia climática, una medida que busca reforzar tanto la prevención como la capacidad de respuesta frente a episodios cada vez más extremos.
Última hora en Jarilla
El incendio de Jarilla sigue siendo uno de los más graves en el país. Durante la madrugada del martes se han producido nuevas reactivaciones en el frente norte, lo que ha obligado a mantener el nivel 2 del Plan Infoex y a redoblar el despliegue de medios aéreos y terrestres.
Fuentes de la Junta de Extremadura han confirmado que los trabajos de extinción se centran en frenar el avance hacia el Valle del Ambroz y la protección de los núcleos rurales próximos. “La situación es muy compleja, pero confiamos en estabilizar las zonas más activas con la ayuda de las condiciones meteorológicas previstas para esta tarde”, ha señalado el consejero de Presidencia, Interior y Diálogo Social, Abel Bautista.
Los vecinos de varias casas diseminadas en las inmediaciones de Segura de Toro y La Granja siguen evacuados de manera preventiva, mientras que el operativo de emergencias mantiene cortadas varias pistas forestales y recomienda extremar la precaución en la N-630, que cruza la zona afectada.
LUPA DEx
En medio del humo y la devastación, lo esencial no está en las discrepancias partidistas ni en los reproches cruzados. El incendio de Jarilla, como los que asolan otras regiones, deja claro que la emergencia climática exige un frente común.
Los ciudadanos afectados no necesitan discursos enfrentados, sino coordinación, recursos y acompañamiento para recuperar sus vidas y sus tierras. Cada hectárea perdida y cada familia desplazada reclaman unidad en la acción: gobiernos central y autonómico, instituciones europeas y sociedad civil trabajando al unísono.
Los incendios no entienden de colores políticos, y cualquier intento de sacar rédito partidista de la tragedia solo añade más ceniza al paisaje. La prioridad debe ser salvar lo que aún queda, proteger a quienes lo han perdido todo y apostar por una reconstrucción en la que el interés común se imponga sobre la disputa.