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Un incendio en Los Quintos arrasa más del 80% de la finca de Borja Domecq

Rómulo Peñalver para Digital Extremadura, 19 de agosto de 2025.- La tragedia ha golpeado de lleno a la ganadería de Jandilla. La finca Los Quintos, situada en Llerena, propiedad de Borja Domecq, sufrió la pasada semana un devastador incendio que calcinó alrededor de 1.400 hectáreas, lo que representa más del 80% de la explotación. Se trata de uno de los espacios más emblemáticos del campo bravo, donde pastaban las vacas y sementales del hierro conocido como “la estrella”.

La Real Unión de Criadores de Toros de Lidia (RUCTL), de la que Domecq forma parte de la Junta Directiva, ha trasladado públicamente su más profundo apoyo y solidaridad al ganadero, destacando la magnitud de los daños sufridos en una finca considerada referente de la tauromaquia.

Una lucha cuerpo a cuerpo contra el fuego

El incendio se originó el pasado jueves por la mañana a raíz del siniestro de un vehículo, a unos diez kilómetros de la finca. Sin embargo, la falta de medios en las primeras horas permitió que las llamas alcanzaran finalmente Los Quintos.

Borja Domecq ha declarado que, al conocer la noticia, abandonó precipitadamente el avión que iba a trasladarlo a Béziers (Francia) para asistir a una corrida de su ganadería y regresó de inmediato a su explotación. Allí, junto a su equipo, combatió el fuego “a la antigua usanza, con sopladora y ramas; y trabajando mucho”.

Aunque en el momento en que el fuego se adentró en la finca las vacas se encontraban alejadas, se abrieron varias porteras para facilitar su huida a zonas seguras. Pese a ello, el ganadero reconoció que se han producido bajas, aunque no superarán la docena de animales. “Esperamos que, cuando logremos reunir a todas, no haya complicaciones en las que están próximas a parir”, señaló.

Los sementales, alojados en cercados próximos a la plaza de tientas, no llegaron a correr peligro. Sin embargo, Domecq advirtió de que “todo lo que estaba pastoreado ha resistido; las encinas han quedado chamuscadas, pero lo más quebrado y abrupto ha quedado arrasado”.

Más allá del balance material y ganadero, Borja Domecq ha subrayado un mensaje: la importancia del ganado en la conservación del ecosistema de la dehesa. “Las vacas son las que salvan la dehesa; si no hubiera habido vacas, el monte habría quedado arrasado”, afirmó.

En su valoración final, el criador denunció lo que considera una falta de apoyo institucional y una gestión ineficaz de la prevención de incendios. “Ante las disparatadas políticas medioambientales que sufrimos, al final somos los ganaderos y los agricultores los que damos la cara y a los que nos toca arreglar las cosas”, concluyó.