El Palacio Godoy, donde la historia se hospeda en Cáceres
Paco de Borja, Cáceres, 19 de septiembre de 2025.- Hay edificios que no solo se restauran, sino que renacen. En la Plaza de Santiago, a las puertas de la Ciudad Monumental de Cáceres, el Palacio Godoy abre sus balcones y jardines para contar de nuevo su historia. Erigido en 1563 como residencia de Francisco de Godoy, fundador de Lima y compañero de armas de Pizarro, este espacio ha vivido siglos de silencio, hasta que la rehabilitación emprendida por Fernando Palazuelo lo convierte hoy en un hotel que es mucho más que un alojamiento: es un viaje de ida y vuelta entre Extremadura y Perú.
La inauguración oficial del hotel cinco estrellas ubicado en tan singular edificio, celebrada este 19 de septiembre, reunió a representantes institucionales y promotores, pero sobre todo supuso un gesto simbólico: Cáceres recupera un pedazo de su memoria para proyectarlo al mundo. “Entre estas paredes el tiempo se detiene”, afirmó el alcalde Rafael Mateos. Y tenía razón: el viajero que cruce sus puertas no solo encontrará 73 habitaciones de lujo, un rooftop bar con vistas a las torres medievales, un spa o el refinado sabor de la cocina de Mamay Aldana. Encontrará también un relato tejido de piedra, agua y mestizaje.
El paisajismo de Álvaro de la Rosa, que mezcla plantas americanas y autóctonas regadas con aguas subterráneas, recuerda que este hotel es un cruce de culturas. Los interiores, firmados por Szymon Keller, dialogan con la historia sin perder modernidad. Y su integración en la marca internacional Curio Collection by Hilton sitúa a Cáceres en el mapa global del turismo lifestyle.
Entre la memoria y el porvenir
“Se abre un puente entre Extremadura y Perú”, proclamó Palazuelo, consciente de que no es solo un edificio, sino un relato común. La consejera Victoria Bazaga habló de “mestizaje visible” y el presidente de la Diputación, Miguel Ángel Morales, subrayó la tradición cacereña de convivencia de culturas. Todos coincidieron en que este proyecto dinamizará la economía y el empleo, y en que Cáceres gana un nuevo símbolo de calidad y excelencia.
Lupa DEx
La apertura del Hotel Palacio Godoy es, sin duda, un triunfo para la imagen de Cáceres. Su rehabilitación respeta la historia y la proyecta hacia un turismo internacional de alto nivel. Pero aquí surge la pregunta: ¿ qué significa realmente este “puente entre Extremadura y Perú” para la ciudadanía cacereña? Si creemos al alcalde Mateos, se quiere hermanar a Cáceres con Lima y tal relación redundaría en una unión sui generis y beneficiosa para ambos territorios pero también un compromiso claro de potenciar las esencias y valores que se exhalan en ambas latitudes, y podría ocurrir que el hotel hoy inaugurado sea un idóneo eslabón para ello desde su propiedad y recursos.
Así, la ciudad necesita que este tipo de inversiones no se queden en un escaparate para viajeros exclusivos. El reto está en convertir este hotel en motor real de empleo, en escaparate de la artesanía y la gastronomía local, en punto de encuentro cultural. Porque la grandeza de un palacio no se mide solo por sus muros restaurados, sino por la vida que genera a su alrededor.