Emilio de Justo a hombros, saliendo por la Puerta Grande de Las Ventas, por quinta vez en su carrera.

Emilio de Justo abre la Puerta Grande de Madrid tras rozar el abismo

El torero de Torrejoncillo sufrió un espeluznante percance en el primer toro y acabó descerrajando la quinta Puerta Grande de su carrera en Las Ventas con dos orejas al sexto.

El drama en el inicio

emilio de justo 2No habían pasado ni diez minutos de corrida cuando la plaza se quedó sin aliento. Emilio de Justo apenas había dado los primeros pases de tanteo al toro de Victoriano del Río cuando la embestida lo prendió de lleno, lo atropelló sin piedad y lo dejó en la arena, consciente pero incapaz de levantarse. El silencio fue sepulcral, con la memoria colectiva recordando su grave lesión de espalda en este mismo ruedo. Se lo llevaron a la enfermería entre la angustia general, mientras Borja Jiménez daba muerte al toro del compañero.

emilio de justo 3El regreso imposible… hecho realidad

Parecía que la tarde estaba herida de muerte, pero Emilio de Justo, con una contusión costal pendiente de estudio radiológico, reapareció en el sexto. Desde el saludo capotero ya quedó claro que había vuelto para jugarse la vida. Con la diestra, en los medios, toreó con templanza y pureza, sin concesiones. Faena de raza, de hondura y de mando. Cuando se echó la muleta a la zurda, Madrid rugió. La estocada fue de entrega y el palco concedió las dos orejas que abrieron la Puerta Grande por quinta vez en la carrera del extremeño.

Los compañeros

Borja Jiménez dejó pasajes de calidad y saludó ovación en su lote, además de la responsabilidad de dar muerte al toro que hirió a su compañero. Tomás Rufo, por su parte, se marchó silenciado. Se lidiaron toros de Victoriano del Río y de Toros de Cortés (5º), con desigual juego.

Lupa DEx

Lo del torrejoncillano Emilio de Justo en Madrid es mucho más que cortar dos orejas. Es un testimonio vivo de lo que significa el toreo: gloria e infierno en una misma tarde.

La categoría y la clase del extremeño se multiplican por el valor sereno con el que afrontó la voltereta inicial y volvió a la arena para rubricar una faena de auténtico héroe.

Las Ventas lo reconoció como se merece: con la Puerta Grande abierta de par en par, sabiendo que su nombre ya está escrito en las páginas más intensas de la tauromaquia contemporánea.