Digital Extremadura · Cáceres, 27 de octubre de 2025.-
El monte extremeño respira un poco mejor. Tras meses asfixiado por las altas temperaturas y la amenaza constante de las llamas, este lunes arranca oficialmente la época de peligro bajo de incendios forestales en la región. El campo se agradece las primeras lluvias serias de otoño, las noches más frías y una humedad que vuelve a poner verde lo que hace nada ardía con mirarlo.
Pero en la prevención no hay otoño que valga: la Consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural lanza un aviso claro a la población —vigilancia y responsabilidad si queremos mantener el territorio “seguro y sostenible”.
Un cambio de fase que no es una invitación al descuido
La Junta recalca que la reducción del riesgo es “significativa”, y que la normativa se adapta a las nuevas condiciones meteorológicas. Aun así, el fuego sigue siendo una herramienta peligrosa, y la mano humana, su aliado más frecuente.
Por eso, ciertas actividades continúan limitadas y necesitarán autorización previa de la Dirección General de Gestión Forestal:
• Quemas prescritas de vegetación
• Carboneras tradicionales y hornos de carbón
• Barbacoas y hogueras en áreas recreativas habilitadas
Otros usos del fuego —como hoguera en eventos populares, piconeras o quemas de restos vegetales en pequeñas explotaciones— exigen la firma de una declaración responsable. También el uso de maquinaria que pueda generar chispas en terreno forestal o en sus inmediaciones deberá planificarse con cuidado.
Si el riesgo sube, cancha cerrada
Hay un punto que no admite interpretaciones: cuando la AEMET marque riesgo muy alto o extremo en un municipio, el fuego queda terminantemente prohibido. Nada de barbacoas… ni de fuegos artificiales. Aquí, los ayuntamientos tendrán la última palabra en las autorizaciones.
Lupa DEx
Extremadura ha aprendido a fuerza de cicatrices: Monfragüe, Hurdes, Sierra de Gata, Jerte… nombres que arden en la memoria colectiva. La llegada del peligro bajo no es un cheque en blanco: la negligencia sigue siendo altamente inflamable. Si algo ha demostrado el INFOEX es que cada verano empieza a apagarse en otoño. Y eso, al final, también está en nuestras manos.






