Históricamente, los españoles siempre hemos puesto mucha atención al mantenimiento de nuestros vehículos. Podría decirse, incluso, que es una de nuestras prioridades, dada la necesidad de movilidad entre las ciudades y pueblos. Sin embargo, cuando el motor de nuestro coche dice «basta», el susto económico puede ser mayúsculo. La factura por un motor nuevo puede, en ocasiones, superar fácilmente el valor de mercado del coche, llevándonos a la dolorosa decisión de achatarrar un vehículo que, salvo por el corazón, está en buen estado.
Pero existe una alternativa inteligente, rentable y cada vez más segura que está revolucionando los talleres y los bolsillos de los ciudadanos: comprar un motor segunda mano de desguace con garantía.
Lejos de ser una opción riesgosa, los Centros Autorizados de Tratamiento (CAT), popularmente conocidos como desguaces, son proveedores de motores y piezas de recambio de altísima calidad, provenientes de vehículos siniestrados o retirados de circulación. Esta decisión, además de ayudarnos a reducir la factura de la reparación a la mitad, también nos permite seguir disfrutando de nuestro coche por muchos años más.
El impacto económico: ahorrar, pero sin sacrificar la calidad
Cuando el diagnóstico es fatal, como con problemas graves en la culata, el bloque del motor o el turbocompresor, la primera reacción es pensar en el coste de un motor nuevo. Pero justo esa es la principal ventaja de los desguaces: el precio.
La diferencia de precio entre un motor nuevo de fábrica y un motor segunda mano puede oscilar entre el 50% y el 75%. Como te podrás imaginar, este ahorro es crucial, especialmente en Extremadura, donde las familias valoran cada euro ahorrado.
Pero ¿de dónde viene el ahorro? Los desguaces obtienen el motor de vehículos que, aunque no pueden volver a circular, ya sea por un accidente, una inundación o cualquier otro motivo, tienen componentes mecánicos en perfecto estado. Por ejemplo, es fácil encontrar un motor segunda mano Nissan Navara con solo 80.000 kilómetros que proviene de un vehículo que sufrió un golpe lateral. El CAT recupera ese motor, ya pagado en la compra del vehículo completo, y solo tiene que descontaminar, verificar y catalogar la pieza, para luego venderla a un precio final mucho más bajo.
Por lo tanto, es importante que te quede claro que el motor de desguace es un motor original de la marca, fabricado con los mismos estándares de calidad y durabilidad que el que viene de serie con el coche. Esta es una gran ventaja sobre los motores nuevos o reconstruidos de fabricantes genéricos, cuya calidad y compatibilidad no siempre están garantizadas.
La confianza del desguace: buscando un motor con garantía
El mayor miedo de los conductores al comprar cualquier pieza de segunda mano es la falta de fiabilidad. Sin embargo, en el mundo del motor de ocasión, la figura del Centro Autorizado de Tratamiento ha blindado este proceso con seguridad y garantía.
Adiós a los riesgos: el proceso de verificación
Un desguace moderno no es una chatarrería improvisada. Son empresas reguladas por la Dirección General de Tráfico (DGT) y el Ministerio de Medio Ambiente, cuyo proceso de despiece y venta es riguroso. El mismo comprende:
- Descontaminación obligatoria: antes de tocar el motor, el vehículo pasa por un proceso de extracción segura de todos los fluidos tóxicos (aceites, refrigerantes, combustible).
- Verificación técnica: los técnicos cualificados del CAT extraen el motor y realizan una serie de pruebas cruciales. Se verifica el kilometraje real, se comprueba la compresión de los cilindros, se inspeccionan visualmente elementos como el turbo y se valida el historial del vehículo.
- Etiquetado y trazabilidad: cada motor se etiqueta con su número de referencia, el modelo del coche de origen y el kilometraje real. Esto proporciona una trazabilidad completa al comprador.
La importancia de la garantía escrita
Este es el punto de inflexión. Los desguaces certificados no venden la pieza «tal cual». Por ley y por política de calidad, ofrecen una garantía por escrito sobre los motores y las demás piezas de recambio de segunda mano.
Aunque el periodo de garantía puede variar, lo habitual es que cubra fallos internos o defectos no visibles por un lapso que va desde los tres hasta los doce meses. Esta garantía es tu seguro de vida: si el motor presenta un fallo interno en el periodo estipulado, el desguace debe reemplazarlo o devolver el dinero.
Para piezas críticas como un motor, la garantía es la clave que justifica la compra. Te da la certeza de que estás invirtiendo en un componente fiable.
¿Cómo encontrar el motor segunda mano perfecto en Extremadura?
Afortunadamente, la tecnología ha simplificado mucho el proceso de búsqueda de piezas de desguace. Ya no es necesario recorrer la toda la provincia de Cáceres o de Badajoz visitando desguace en desguace.
Uno de los avances tecnológicos más importantes que han incorporado los desguaces es la digitalización. Ahora la mayoría de ellos en España forman parte de redes online interconectadas donde puedes buscar tu motor o pieza por la referencia OEM (la que aparece en tu motor averiado) o simplemente por la marca, modelo y año de fabricación del vehículo, de una forma rápida y precisa. Solo necesitarás unos pocos minutos para hallar lo que necesitas.
Y si la pieza no está disponible en Extremadura, el desguace la puede localizar en un CAT de otra provincia y gestionarla, para que la tengas sin mayores inconvenientes.
Consejos prácticos para la compra
Antes de cerrar la operación, te ofrecemos tres consejos que te pueden ser muy útiles:
- Verifica el kilometraje: pide siempre el kilometraje del vehículo donante. Un motor con menos de 100.000 km suele ofrecer una vida útil residual excelente.
- Consulta la compatibilidad: confirma con tu taller o con el desguace que el código del motor es 100% compatible con el de tu coche. Pequeñas variaciones de año o actualizaciones pueden generar incompatibilidades costosas.
- Aclara la garantía: pregunta específicamente qué incluye la garantía y cuál es el procedimiento en caso de fallo. La transparencia del CAT es su mejor indicativo de profesionalidad.
Como verás, elegir un motor de desguace con garantía ya no es la opción B o la solución de última hora. Es la opción más inteligente, económica, segura y sostenible. El corazón de tu coche merece una segunda oportunidad, y tu bolsillo, un respiro.
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