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Diamond Foundry, con Leonardo Di Caprio como inversor, abrirá una fábrica de chips en Trujillo

R. DEx, Trujillo, 26 de noviembre de 2025.- Extremadura vuelve a asomarse al escaparate internacional, esta vez de la mano de un proyecto que, sobre el papel, es tan gigantesco como inédito: Diamond Foundry, empresa estadounidense con participación de Leonardo DiCaprio, y la Sociedad Española para la Transformación Tecnológica (SETT) anuncian una inversión de 2.350 millones de euros para levantar en Trujillo la primera gran planta mundial dedicada a sustratos de diamante para semiconductores. Un salto tecnológico que, de materializarse, colocaría a España —sí, a España y en concreto a Extremadura— en el mapa del futuro de la microelectrónica global.

La noticia, difundida este martes, corre como pólvora en una región acostumbrada a convivir con la palabra “promesa” y a contar demasiados proyectos fallidos. Pero hoy, al menos, las cifras marean:
500 empleos directos, 1.600 indirectos, y una aportación al PIB estimada en 2.150 millones durante sus primeros diez años. Magnitudes que no se veían desde hace décadas en la economía extremeña.

Lupa: luces, sombras y preguntas necesarias

1. ¿Quiénes están detrás?
Diamond Foundry no es una recién llegada. Lleva años fabricando diamante sintético de alta pureza para uso industrial en Trujillo. Su tecnología es puntera, avalada por grandes fondos americanos… y, sí, DiCaprio es accionista, lo que da brillo mediático pero no cambia la estructura empresarial.
La novedad es la empresa conjunta con SETT (SEPI Digital), que aportará 752 millones de dinero público.

2. ¿Qué se fabricará realmente?
No estamos ante un “chip” al uso, sino ante algo más estratégico: el sustrato, la base sobre la que se construyen los chips.
El diamante monocristalino permite operar a altas temperaturas, alta frecuencia y bajo consumo, lo que lo convierte en un maná para la IA, defensa, automoción eléctrica, comunicaciones y óptica avanzada.

3. ¿Es viable el proyecto?
Técnicamente, sí: el diamante es el material semiconductor más prometedor del planeta.
Económicamente, la clave es ésta: ¿hay demanda suficiente?
La respuesta parece ser “sí”, pero el mercado es aún emergente. Diamond Foundry apuesta por que será el “nuevo silicio” de la supercomputación. La UE también lo cree.
Aun así, conviene recordar una máxima extremeña: papel tenemos mucho, ladrillo vemos menos.

El hueco que dejó Broadcom

La macrofábrica de Broadcom —anunciada, publicitada, cortejada, luego evaporada— había dejado un vacío inmenso en el PERTE Chip y una sensación amarga de oportunidades que vuelan.
Esta vez, SETT y Diamond Foundry parecen haber llegado con un plan más concreto: ampliar la fábrica de lingotes que ya opera en Trujillo e incorporar nuevas líneas de corte de obleas, lapeado, pulido e inspección.

No es empezar de cero: es escalar un proyecto que ya existe.

El impacto en Trujillo y Extremadura

Si todo se cumple, la ciudad del queso, Pizarro y la plaza más hermosa del mundo se convertirá también en un polo mundial de semiconductores de diamante.
No es una frase hecha. Es literalmente lo que promete el proyecto:
ser el mayor centro mundial en este tipo de sustrato.

500 empleos directos, muchos de ellos de alta cualificación, pueden cambiar la curva demográfica de la zona y atraer perfiles que nunca antes miraron hacia Extremadura.
Y 1.600 empleos indirectos suponen una cadena de valor profunda: logística, formación, servicios, industria auxiliar.

Pero…
—¿Está garantizada la financiación privada?
—¿Habrá plazos claros y públicos?
—¿Qué garantías ofrece SETT sobre el retorno de la inversión?
—¿Cuándo comenzará la construcción real y no solo la declaración institucional?

Esperanza vigilante

El anuncio es enorme, revolucionario incluso, y coloca a Extremadura en el debate global de los materiales avanzados y la microelectrónica del futuro.
Pero esta tierra, demasiadas veces ninguneada y tantas veces utilizada como escaparate electoral, necesita menos titulares y más hormigón, menos fotos y más máquinas excavadoras.

Si Diamond Foundry y SETT cumplen lo prometido, Trujillo puede convertirse en una joya tecnológica.
Si no, será otra página de la larga novela de anuncios que vuelan como globos y revientan en silencio.