Redacción DEx, Cáceres, 27 de noviembre de 2025.- La música extremeña ya tiene fecha para su gran escaparate: 7 de marzo de 2026, Gran Teatro de Cáceres, 550 butacas llenas y una pantalla abierta al mundo. Los III Premios de la Música Extremeña (PME) vuelven con ambición, con músculo institucional y con un mensaje claro: la cultura no es un adorno, es una forma de existir.
En la presentación, el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Cáceres, Jorge Suárez, estuvo acompañado por Francisco Palomino, secretario general de Cultura de la Junta, y Ada Salas, jefa del Área de Cultura de la Diputación. Tres instituciones, una foto y un proyecto que —según defienden— empieza a consolidarse como la cita musical del año en Extremadura.
La organización quiere dejar atrás cualquier sombra de amateurismo. Y para ello introduce un elemento clave:
Un jurado de más de 30 profesionales del sector musical, la gestión cultural y la comunicación especializada.
Un salto de calidad que busca reforzar transparencia, criterio y credibilidad. No es solo un premio: es un diagnóstico anual del estado de la música extremeña.
Se mantienen las 13 categorías, pero se refuerza la vocación de abarcarlo todo:
- Desde las raíces hasta el diseño gráfico,
- desde la mejor banda al mejor álbum,
- desde la producción al mejor año profesional,
- y por supuesto, el Premio de Honor, esa mirada atrás que reconoce a quienes abrieron camino cuando el mapa cultural era menos amable.
Y, como guiño al futuro, vuelve la categoría de Artista Novel, esa que cada año destapa una pequeña revolución.
El calendario: un proceso de meses, no de días
LUPA DEX
Lo que vemos es una maquinaria compleja que ha querido ordenarse:
- Hasta el 15 de diciembre: propuestas de actuaciones en directo para la gala.
- Hasta el 23 de diciembre: inscripción para formar parte del jurado profesional.
- Del 16 de diciembre al 15 de enero: presentación de candidaturas a las categorías.
- Del 26 de enero al 16 de febrero: publicación de nominados y apertura de votaciones.
- 7 de marzo: la noche grande.
Transparencia, calendario público y un proceso que —si funciona— colocará a los PME al nivel de otros premios autonómicos ya consolidados.
La gala volverá a estar conducida por Chloe Bird, una de las artistas extremeñas más reconocidas y, sin duda, uno de los rostros que más identifican al proyecto. Su presencia aporta continuidad y personalidad: no es una maestra de ceremonias al uso, es una anfitriona con discurso propio y mirada artística.
Un Gran Teatro que amplifica
La gala colgará el cartel de «no hay entradas» —como viene siendo costumbre— y sumará más de 2.000 espectadores adicionales vía streaming. Una apuesta necesaria: si Extremadura quiere que su música traspase fronteras, necesita espacios y formatos que viajen.
¿Y qué hay detrás de todo esto? Lupa en la lectura política
Los PME no son un gesto inocente. Llegan en un momento clave:
Cáceres pelea por ser Capital Europea de la Cultura 2031, y cada proyecto cultural sólido se convierte en argumento. Suárez lo dejó claro: “Esto suma. Esto nos coloca en el mapa. Esto habla bien de la ciudad.”
Pero la lupa nos obliga a mirar más allá:
La música extremeña vive uno de los momentos más fértiles de su historia reciente —creadores, festivales, proyectos independientes, estudios, programadores— y está pidiendo estructuras más sólidas. Los PME pueden ser una pieza de ese engranaje… siempre que no se queden en un mero acto anual.
Un mensaje final: trabajar juntos
“Para tener una mejor tierra”, señaló Suárez.
Una frase sencilla, pero cargada de fondo:
en Extremadura la cultura siempre ha crecido a contracorriente, con talento de sobra pero con estructuras insuficientes.
Los PME 2026 quieren demostrar que la música de aquí no es una anécdota.
Que hay escena, hay industria, hay futuro.
Y que si se hace bien, Extremadura puede sonar alto, lejos y con personalidad propia.






