Es la primera vez que voy a hacer un análisis del que fue mi segundo partido político, aunque el primero nunca lo consideré como tal, abandonado en el año 2004 por motivos empresariales, y aunque hubo la oportunidad de una nueva ocasión, como dice el refrán, segundas partes nunca fueron buenas, siendo excepción la del QUIJOTE, dicho es con verdad y en justicia. Y decir también en introducciones, que después de más de veinte años, el estudio de situación no es sospechoso de subjetividad, más cuando por mi condición académica estoy obligado a la imparcialidad, objetividad y al uso de la razón, pero también el cambio de actores, no conozco a María Guardiola, ayuda a ello.
La octava Presidenta de Extremadura ha convocado elecciones anticipadas en la Comunidad Autónoma para el 21 de diciembre, y si queremos empezar bien y con rigor histórico deben contar los presidentes anteriores al Estatuto de Autonomía, entre 1978 y 1983, pues lo hicieron posible. Así la relación comienza con Luis-Jacinto Ramallo y García (pacense) (1); Manuel Bermejo y Hernández (placentino) (2), Juan Bazaga y Sánchez, (cacereño) (3) Juan-Carlos Rodríguez e Ibarra (emeritense) (4), Guillermo Fernández y Vara (oliventino) (5) (7); José-Antonio Monago y Terraza (pacense) (6); y María Guardiola y Martín (cacereña) (8). Y la Excelentísima Señora Presidenta de la Junta de Extremadura ha convocado las elecciones con un evidente acierto ESTRATÉGICO, al considerar el evidente y notorio problema del Partido Socialista Obrero Español con su Secretario General en la Región procesado, pendiente de banquillo, por un asunto relacionado, nada menos, que con el Presidente del Consejo de Ministros del Reino de España, la colocación de su hermano, músico de profesión, para más detalle.
Visto lo anterior, podía anticiparse que la debilidad socialista sería superada, cualquiera en un ejercicio de sensatez política hubiese obrado en consecuencia, designando otro candidato, ajeno a procedimiento judicial alguno, pudiendo así confrontar políticamente en igualdad de condiciones, pero no ha sido esto lo que ha ocurrido. Algún día sabremos por qué, pero el empecinamiento en la candidatura de Gallardo, que no levanta cabeza, ha sido un reglado de Navidad tan grande para Guardiola, que tendrán que traerlo San Nicolás de Bari, la Bruja Befana, y Sus Majestades los Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltasar juntos, no hay trineo, ni escoba, ni caballo, camello y elefante capaces de traerlo de una sola vez. Ni en sus mejores sueños podía pensar el Partido Popular, tras adelantar acertada y estratégicamente las elecciones en el peor momento de su principal contrincante político, que este fuese a ahondar irresponsable y locamente en su situación, presentado a un procesado, que no solamente no levanta cabeza, sino que se hunde cada día más en una patética campaña, que nunca debió llevar. Sin embargo, la coyuntura ha sido propicia, aunque no creo que ni el más avezado consultor popular pudiese pensar que la reunión del ego del personaje, notabilísimo y altivo, unido al paraguas que desde Moncloa se pone al hermanísimo, sin importar partido ni resultado, y por último el pavor de los candidatos alternativos a quemarse en un proceso electoral complicado, pero no arrasado como pasa ahora, ha dado una situación espectacular.
Pero si el diseño ESTRATÉGICO ha sido acertado, habiéndose añadido regalo inesperado, el desarrollo TÁCTICO merece algunas reflexiones que pueden comenzar por la misma génesis del proceso electoral, la pretendida imposibilidad de un acuerdo presupuestario, una excusa impostada para poder acudir a las urnas en momento propicio. Si en 1995 fue posible el acuerdo presupuestario entre Rodríguez Ibarra y Barrero Valverde, ¿Cómo no ha podido ser posible entre PP y VOX en 2025? Si hace 20 años se pusieron a disposición de PP 6.000 millones de pesetas para sus políticas en el pacto presupuestario, ¿Cómo no hay cintura para poder hacer algo parecido ahora?
Todo parece obedecer a que realmente no se tenía interés dado que el posicionamiento político de Guardiola esta en la confrontación con Vox, esperando un crecimiento por la izquierda, por un lado, y que la percepción del voto útil por la derecha aboque al partido de Abascal a la irrelevancia. No se quería la paz, se quería la guerra, pero esto puede salirle muy caro, primero porque como ha dicho el citado Abascal le falta capacidad de acuerdo, por falta de voluntad para conseguirlo, y en consecuencia si hay que pactar quizás hay que hacerlo con quien quiera hacerlo, es decir otro candidato del Partido Popular, y en segundo lugar por ser la frontera ideológica-sociológica entre el PP y el PSOE estrecha, de menos de un 10%, y pescar en ese lago vendiendo progresismo no llena la cesta, se prefiere el cebo original frente al recauchutado, pues esos peces o se quedan en su casa o recalan en aguas más profundas, bien a la izquierda, como de hecho está pasando, dando con estas elecciones un balón de oxígeno a Podemos, que ni estaba, ni se esperaba.
Sin embargo, la frontera entre el PP y VOX, es enorme, más del 50%, y es en esa raya donde el discurso progresista y guay de Guardiola no solo no gusta, sino que asusta, en definitiva por cada voto que se gana por la izquierda posicionándose a favor del aborto, de la desigualdad legal de género, inconstitucional por otro lado, o promoviendo la instalación de pisos tutelados, en los que mataron a una cuidadora en Badajoz hace pocos meses, en el centro de las ciudades, y en comunidades de propietarios de personas mayores, dependientes o familiares tradicionales, se pierden diez por la derecha, algo que nos dice el estancamiento de las expectativas, pues a pesar de la caída del PSOE no parece que se pueda llegar a la mayoría absoluta, algunas encuestas dan incluso retrocesos, frente al ascenso de VOX, que doblará resultados, pasando de ser el actos de un apoyo testimonial, a ser un verdadero y necesario socio de gobierno. Si las elecciones se convocaron para evitar esta situación, la planificación de la campaña y los mensajes de la misma llevan a lo contrario, ¿Reivindicará Guardiola como hizo ayer Ayuso reivindicar los valores cristianos de la sociedad española? Hagan apuestas.
Pero además, el siguiente error TÁCTICO, aparte de no considerar el valor ascendente de VOX a nivel nacional, que empezó por los más jóvenes y llega ya a todas partes, pudiera ser que se convoquen anticipadas para que la subida no llegue a tanto, es la connotación nacional de unas elecciones fuera del calendario habitual, lo que ha provocado que mientras las visitas de Núñez Feijóo y Sánchez Pérez-Castejón han sido esporádicas, limitadas a lo normal hasta ahora, Abascal Conde se ha quedado a vivir en Extremadura, con evidente acierto de público y movilización, lo que ha incomodado, y de que modo a Guardiola, que no ha acertado a contrarrestar, y cuando lo ha intentado lo ha sido con torpeza, pues es inconsistente acusar al líder de VOX de machismo por pedir otro interlocutor, no por ser mujer, en lo que ha pretendido ampararse un poco groseramente la Presidenta, sino por no querer, o saber, o poder negociar. En todo caso parece haberse aprendido, pues VOX ha desaparecido en los últimos días de la dialéctica popular, pudiendo haber comprendido al final que la confrontación con esta fuerza política no sólo no da votos, sino que es absolutamente suicida.
En definitiva, Guardiola ha convocado unas elecciones en las que ganando puede perder, ya lo ha adelantado Gallardo cubriéndose sus vergüenzas, pues si las elecciones se convocaron para reducir a la irrelevancia a VOX, ganar votos por la izquierda aprovechando la debilidad socialista, y conseguir la mayoría absoluta, y no se consiguen esos objetivos, estaremos ante un evidente fracaso, que abocará a un gobierno de coalición, puesto que una repetición electoral es un error tan grande como el de Gallardo como candidato, acabaría demostrando la incapacidad de pacto, daría ocasión al PSOE de presentar un candidato no abrasado, el aumento más escaso sería ya una victoria, y daría pie a un nuevo crecimiento de VOX, en línea ascendente continua, pues incluso parece resolver con acierto y rigor, dentro de la ley, problemas como el de la revuelta, dejando al Partido Popular en peor situación que la que pueda conseguir el próximo 21 de diciembre, ya veremos que ocurre ese día y que viene después.
Rodolfo-Francisco Orantos y Martín-Requejo
Doctor por la Universidad de Extremadura. Derecho Público.






