Redacción DEx, 24 de diciembre de 2025.
El 2025 se cierra exactamente como empezó para David Sánchez, hermano del presidente del Gobierno: con un proceso judicial abierto. Lo que en enero era una citación como imputado y en primavera un rosario de declaraciones, hoy es un procesado a las puertas de un juicio previsto para el 28 de mayo, por presuntos delitos vinculados a su paso como jefe de la Oficina de Artes Escénicas de la Diputación de Badajoz.
Renunció al cargo en febrero y la salida fue efectiva en mayo. Pero el expediente no se marchó con él: quedó el rastro, quedaron las decisiones, quedaron los contratos. Y quedó, además, una lista de imputados de primera línea: el ya dimitido líder del PSOE extremeño Miguel Ángel Gallardo, ocho cargos de la Diputación, el asesor de Moncloa Luis Carrero —quien le llama “hermanito” en los mensajes aportados al sumario— y el propio Sánchez.
El culebrón parecía agotado. Pero la plaza que ocupaba Sánchez, lejos de pacificarse, se ha convertido en el nuevo foco de sospecha en plena resaca electoral.
El relevo polémico que reaviva el incendio
Según adelantó Vozpópuli, la Diputación de Badajoz volvió a estar bajo lupa por la adjudicación de la misma plaza a un perfil vinculado al PSOE, justo en la antesala de la campaña en la que Gallardo se jugaba el futuro.
El elegido: Miguel Calderón Domínguez, violista interino del Conservatorio Superior de Música Bonifacio Gil. Cacereño, 31 años, pareja del segundo teniente de alcalde socialista de Villanueva del Fresno, David Gallego Fuentes. Hombre de absoluta confianza del alcalde Ramón Díaz Farias, vicepresidente tercero de la Diputación y responsable del Área de Recursos Humanos. El mismo que firma la convocatoria, la lista de admitidos y la resolución.
La plaza exigía como primer mérito la titulación oficial de Profesor Superior de Música en Dirección de Orquesta. Calderón no la tiene.
Una jefatura sin batuta
Pocas semanas después de su nombramiento, la Diputación empezó a llamar y pagar a directores externos porque el nuevo responsable no puede dirigir orquesta sin causar un problema administrativo: carece de la titulación requerida.
Calderón ha dirigido cuerda. Pero no viento. Ni sinfónica. Ni repertorios completos.
David Sánchez, con todos sus defectos y críticas, al menos tenía el título. Otra cosa es que, teniendo que dirigir más de 40 veces al año, lo hiciera solo cinco. O que, según músicos consultados, su desempeño fuera “mejorable”. Pero Calderón ni siquiera puede.
Un aspirante que dice basta
El proceso ha sido recurrido por uno de los 16 aspirantes, Antonio Moya Tudela, profesional con larga trayectoria. Sostiene que el procedimiento «violó sus propias bases», que establecen tres pilares: mérito, capacidad e idoneidad.
En la práctica —afirma— se habría producido exactamente lo contrario.
Entre las irregularidades que denuncia:
- La “entrevista” fue una parodia y ni siquiera acudió Ricardo Cabezas, diputado de Cultura.
- Los CV y proyectos fueron entregados al tribunal 19 horas antes de las pruebas, algunos de madrugada.
- Méritos infravalorados: tener un título o veinte puntuaba prácticamente igual.
- Entrevista sobrevalorada, como “palanquita” para decantar el proceso.
- Errores de puntuación, algunos evidentes.
- Y, sobre todo, la comisión calificadora estaba nombrada por Díaz Farias, el superior jerárquico del teniente de alcalde cuya pareja obtuvo la plaza.
Moya, que a los 31 años —edad del elegido— ya acumulaba una formación muy superior, tilda todo esto de “avalancha de irregularidades”. Si no obtiene respuesta en un mes, estudiará acudir a los tribunales.
La Diputación, un nido de procesos bajo sospecha
Este no es el único procedimiento que chirría. Hay, al menos, otros dos concursos cuestionados que afectan directamente a dos imputados en la causa del hermano de Sánchez.
La institución provincial se expone así a una imagen corrosiva: procesos con beneficiarios próximos al poder, bases elásticas, tribunales cuestionados y un aroma constante a interferencia política.
Lupa DEx: las preguntas que nadie quiere responder
- ¿Por qué se adjudica una plaza con requisitos estrictos a un candidato que no los cumple?
- ¿Por qué se retrasa la entrega de CV y proyectos hasta la madrugada del día previo a la prueba?
- ¿Por qué se sobrevalora una entrevista frente a méritos académicos y profesionales verificables?
- ¿Quién decidió realmente?
- ¿Quién se beneficia de esta cadena de irregularidades?
- ¿Por qué los mismos nombres aparecen en las causas judiciales, en los tribunales de selección y en la estructura orgánica del PSOE provincial?
El fondo del asunto
El PSOE extremeño se rompe electoralmente, se fractura internamente y se enfrenta a su peor resultado histórico. Pero en Badajoz, algunas inercias no se han movido ni un milímetro.
Las artes escénicas, lejos de ser una política cultural, parecen haber sido un caladero de favores, afinidades y equilibrios internos.
Lo que nació como un puesto técnico se ha convertido en un símbolo del clientelismo que devora a un partido y erosiona la credibilidad institucional de toda una Diputación.
Conclusión: un espejo roto
La plaza del hermano del presidente se ha convertido en un espejo que refleja, con toda crudeza, un sistema viciado, discrecional, opaco y teñido de amistades peligrosas.
La justicia hablará en mayo. La ciudadanía ya lo ha hecho en diciembre. La Diputación de Badajoz sigue sin dar explicaciones. Y el culebrón —pese a las dimisiones— continúa. Porque lo que no se sanea, se pudre.
Fuente: Vozpopuli.com






