EN LA CALLE

El portavoz del grupo parlamentario popular,
Alfonso Alonso, ha instado a los responsables políticos a «dar la cara,
estar con la gente, hablar y mirarles a los ojos», máxime cuando los
resultados de «las medidas difíciles» que acarrea la crisis
«tardan en llegar». Ha dicho que se necesitan políticos cercanos, que
hablen con la gente que den su explicación y que escuchen lo que la gente está
sufriendo. El Gobierno da soluciones y está trabajando, y que ese es «su
único desvelo».

 

    Alonso es un  político que sabe lo que dice, está en la
política procedente del municipalismo, fue Alcalde de Vitoria durante los años
1995-1999, tuve la ocasión de conocerle de cerca y es un político de
responsabilidades y con conocimiento de lo que hace.

 

  Me viene hoy muy bien en esta reflexión,
porque he participado siempre de la idea de que los políticos debieran empezar
por estar en un ayuntamiento, es muy deseable que todo aquel que se dedica a
una función política, debiera haber conocido antes la vida municipal, y no es
porque sea mejor el político por estar en la vida municipal, pero sin duda es
la función de Alcalde o Concejal, la más cercana y directa con los ciudadanos.

 

    . Algunos cargos municipales, precisan de
una atención especial y tienen que estar mucho tiempo en los despachos porque
su labor  es eminentemente gestora, los
Alcaldes por ejemplo tienen la exigencia de dedicarle al despacho gran parte de
su tiempo, la gestión de los asuntos municipales así lo exigen, pero no hay que
olvidar que un Alcalde o un Concejal, no es sólo gestor, es además un  político que tiene que  estar muy cerca de las necesidades de sus
vecinos, tiene que  estar en la calle. 

 

   Todo
esto no lo digo con la pretensión de marcar diferencias y categorías entre
políticos porque todas las tareas de la función pública son necesarias en
democracia, y ruego que se me entienda, lo que quiero decir, pues no en balde
12 años de la vida de uno trascurrieron en una dedicación exclusiva a la ciudad,
donde  siempre faltaban horas, para el despacho,
que  supone no sólo gestión de la
burocracia administrativa, sino que sirve también para dar espacio para hablar
personalmente con la gente, y luego están la  asistencia a reuniones y viajes para la
gestión de los asuntos.

 

     Cuanto menor es la población, más cerca
está de las exigencias directas de sus convecinos, hay Alcaldes que oyen llamar
a la puerta de su casa, a cualquier hora, cuando un vecino tiene alguna
urgencia. Algunos hemos tenido la experiencia del acoso en las cercanías de
nuestra casa y de los insultos que algunos proferían desde cerca de nuestra
fachada en la madrugada, porque exigían algo a lo que creían tener derecho.

 

  Recuerdo aquellos incidentes de cierto año,
como consecuencia de la exigencia de horarios para algunos establecimientos
nocturnos, que tuvimos que soportar a un grupo de personas  en la madrugada, después de una noche en la
Madrila que  venían a acosar insultando
al que creían responsable de que existiera aquel horario, que fue decretado por
la Junta de Extremadura, pero  hubiera sido
igual si lo hubiera  decretado el
ayuntamiento. Ya ven como esta moda injusta de acosar a los políticos, ya se usaba
entonces y ahora se ha puesto de moda, para otras exigencias convirtiéndose
como ha dicho con mucha razón  el
Presidente Monago  “ En una dictadura de
una minoría que se subroga la representación de la ciudadanía”.

.

       Lo más importante que tiene que hacer un
responsable político es dar la cara, estar presente con la gente todos los días
«Hay gente que pierde el tiempo hablando pero el Gobierno lo que hace es
trabajar»,