El presidente de la Diputación de Cáceres, Laureano León, ha abogado por la puesta en marcha de medidas encaminadas a solucionar las «debilidades demográficas» que presenta la provincia cacereña, con el objetivo de fijar la población en núcleos rurales, atraer pobladores y frenar la «sangría» migratoria actual.
Ha
manifestado que estas medidas deben ir acompañadas por otras de diferente
índole, como las relacionadas con la calidad de vida, los servicios sociales e
infraestructuras básicas, además de medidas para el fomento de la economía
rural que permitan generar puestos de trabajo.
Asimismo,
ha considerado que ante la situación demográfica que tiene la provincia de
Cáceres también se hace necesario un mayor número de núcleos de tamaño
intermedio, que formen nexos de unión entre el mundo rural y el mundo urbano.
Laureano
León se ha pronunciado de esta forma durante su intervención en la Comisión No
Permanente de Estudio sobre la Despoblación en Extremadura, que celebra el
Parlamento regional, donde ha comparecido este martes para explicar la
situación demográfica de la provincia de Cáceres.
«DINÁMICA
REGRESIVA»
En
líneas generales, León ha explicado que esta provincia presenta una baja
densidad poblacional unida a una gran dispersión de los núcleos de población,
que genera «desequilibrios» territoriales que conducen a una progresiva
despoblación de esos entornos con los efectos socioeconómicos negativos que eso
conlleva.
Entre
esos efectos socioeconómicos negativos ha mencionado la pérdida de población
activa, y la «falta» de iniciativas empresariales que conducen a una
debilidad del tejido productivo y a un aumento del desempleo o incremento de la
subsidiariedad.
«Cáceres presenta una dinámica
demográfica regresiva que afecta de forma desigual al territorio con mayor
incidencia en las zonas rurales», ha aseverado Laureano León, que ha
añadido que las características básicas de estas zonas son la baja densidad poblacional,
el elevado índice de envejecimiento y también hay una masculinización.
Ha
reconocido que en Cáceres los índices de ruralidad son «muy
elevados», y por eso ha considerado necesario actuaciones que dinamicen su
mercado laboral, que promuevan el empleo, la formación y el desarrollo local.
En
este sentido, ha recordado que esta falta de «contingente
poblacional» se ha puesto de manifiesto desde 1980, que ya se preconizaba
la existencia de «auténticos desiertos demográficos» en Extremadura,
y también en la provincia de Cáceres.
A
pesar de los esfuerzos que se han realizado en los últimos años por las
distintas administraciones públicas en el fortalecimiento económico y en la
creación de empleo, el sistema productivo provincial «sigue siendo poco
dinámico», lo que conlleva un «constante abandono» de la
población joven en edad activa hacia espacios a los que se producen y se tienen
más oportunidades de encontrar empleo, ha apostillado.
SITUACIÓN
SOCIODEMOGRÁFICA
En
su comparecencia, León ha analizado la situación sociodemográfica en la que se
encuentra la provincia cacereña con el fin de llegar a formular un diagnóstico
que permita plantear propuestas específicas para la rentabilización de los
entornos rurales y así «poder revertir la amenaza de la
despoblación».
En
este sentido, ha mencionado las dos «amenazas claves» para la
despoblación, como son el envejecimiento y la masculinización.
De
esta forma, ha dicho que el envejecimiento demográfico es consecuencia de un
aumento del número de personas mayores y de un descenso de la natalidad, así
como de un incremento de la esperanza de vida.
A juicio de León, el ritmo de envejecimiento
no ha sido homogéneo en toda España, sino que es «más acusado en las
comunidades menos dinámicas», y ha añadido que en la provincia de Cáceres
la evolución del número de personas mayores de 65 años ha sido «claramente
creciente».
Así,
ha indicado que el censo de población del año 1981 reflejaba un índice de envejecimiento
del 14,03 por ciento, porcentaje que en 2013 se ha situado en el 21,59 por
ciento, lo que significa que el índice de envejecimiento se ha incrementado en
un 7,56 por ciento.
Para
Laureano León, varios son los factores que han influido en la estructura
poblacional actual en la provincia de Cáceres, entre los que ha mencionado la
«sangría» migratoria que tuvo lugar en la década de los 60.
«La
pérdida de aquellos efectivos, tanto de hombres como de mujeres, ha provocado
sin duda efectos y hechos irreversibles en la población», ha precisado
León, a lo que ha sumado que la emigración fue selectiva.
MASCULINIZACIÓN
En
cuanto a la masculinización, ha indicado que el 49,75 de la población en la
provincia cacereña son hombres y el 50,25 por ciento son mujeres, y ha añadido
que el predominio de hombres entre la población rural en edad activa es cada
vez mayor
Al
respecto, ha enumerado los tres factores que explican la masculinización en la
provincia de Cáceres, tales como el éxodo rural, la emigración y el
envejecimiento.
Laurenano
León, igualmente, se ha referido a la tasa de natalidad en la provincia
cacereña que es del 8,17 por ciento que «se estima ligeramente baja»,
sobre todo si se compara con la tasa nacional, que es de un 10,56 por ciento.
A
lo largo de su comparecencia, Laurenano León también ha recordado que España
tiene una densidad de población del 92,9 por ciento de habitantes por
kilómetros cuadrados, mientras que la provincia cacereña tienen una media del
20,9 por ciento de habitantes por kilómetro cuadrado.
Ha
añadido que existe una «baja» densidad de menos de 25 habitantes por
kilómetro cuadrado para gran parte de los municipios de la provincia, y sólo
las localidades de Plasencia, Navalmoral de la Mata, Coria, Miajadas y Cáceres
superan la densidad de 85 habitantes por kilómetro cuadrado.
«De
no ser por el desarrollo de las infraestructuras de comunicación, la mejora de
todo tipo de servicios, las políticas de desarrollo rural, que ayudan a mejorar
los parámetros de bienestar social y hacen más atractiva la vida en nuestros
núcleos rurales, sería la reducción de estos municipios aún mayor», ha
apuntado Laureano León.