Sé que lo que voy a escribir no es políticamente correcto y me la suda:
Odio los nacionalismos y su usura, el
rictus de desprecio hacia lo ajeno.
Ese desdén aparentemente inocuo que inocula un virus que resulta tan
sangriento…
No sabe más el que no duda y cree mejores a
otros sus ancestros.