Varios ejemplares de rapaces nocturnas huérfanas o heridas por traumatismos, que durante el mes de junio han ingresado en el hospital de “Acción por el Mundo Salvaje” (AMUS), serán devueltos al medio natural este sábado día 5.
Se celebrará “La noche es de ellas”, un acto de participación social al que se ha invitado al público en general, con la liberación de diversas rapaces nocturnas en dos puntos diferentes y al mismo tiempo de la provincia de Badajoz.
Los lugares de encuentro son La Lapa, en la plaza de la iglesia a las 19.00 horas y el Parque Natural de Cornalvo, en el Centro de Interpretación a las 19.00 horas.
Desde ambos puntos los asistentes se desplazarán a los lugares de suelta.
Según ha indicado AMUS, el índice de ingresos de estas especies Búhos, lechuzas, Mochuelos, Cárabos, Autillos… ha subido de manera alarmante parejo al desarrollo y expansión humana en el medio físico.
Muchas de las rapaces nocturnas que han convivido con el hombre durante años y que hasta ahora resultaban familiares, han destacado, han pasado a ser la diana de un desarrollo que en su avance no las tiene en cuenta.
Ejemplos sobre la problemática concreta de cada una de ellas nos hablan de una sociedad contemporánea que se abre paso en un medio físico sin pensar en sus otros inquilinos.
Una de las especies más afectadas es la lechuza blanca que ha ido rarificándose y reduciéndose su área de distribución a la par que lo hacían las construcciones antiguas en aras de la expansión de urbanizaciones y de la instauración de la arquitectura moderna; el mochuelo, una de las rapaces nocturnas más comunes retroceden ante la parcelación agraria, la eliminación de cultivos tradicionales y el uso de plaguicidas en agricultura.
También el cárabo, “otra ave que aún siendo forestal vivía cercana a núcleos urbanos pero la prolongación y ramificación de la red viaria hace que sea una de las rapaces nocturnas de mayor admisión por atropello en los centros de recuperación” y el autillo “que retrocede ante la eliminación de su alimento (insectos y pequeños roedores) por los plaguicidas, rodenticidas y por la desaparición de árboles viejos en los que instalar el nido”.
Estas son sólo unas señales del seguimiento en un estudio que AMUS lleva realizando sobre estas especies en los últimos cinco años, han destacado, y han advertido del “cuello de botella” en el que ya se encuentran estas especies que, junto a estar protegidas, son altamente beneficiosas para el hombre por su consumo de insectos y roedores.
Ante esta problemática el hospital de Fauna de AMUS se ha convertido en solución transitoria ante estos ejemplares que son hallados atropellados, electrocutados, enganchados en alambradas… ”sin embargo esto no es del todo suficiente hasta que los factores de amenaza no desaparezcan o se reduzcan con medidas de conservación y aquí mucho tiene que decir y hacer las administraciones”.