Castelo ha fallecido en Madrid, a los sesenta y seis años, como consecuencia de una larga y grave enfermedad. Todo un referente del periodismo y de la poesía, con prestigiosos galardones y reconocimientos, le fue otorgada la Medalla de Extremadura en 2006 y desde 1996 dirigía la Real Academia de Extremadura de las Artes y las Letras.
Santiago Castelo gozó de una vida prolífica, plena de periodismo, literatura, arte, música y viajes. Además, siemrpre presumió de extremeño de pro, por donde quiera que estuviera. Fue subdirector de ABC hasta su jubilación, hace cinco años, y su despacho, siempre abierto a todos, era considerado un auténtico » confesionario laico».
Además de periodista y poeta, Castelo era un gran rapsoda, con una potente y peculiar voz, gustaba de la buena conversación, de la gastronomía de la tierra extremeña , de los viajes allende los mares, de la amistad de personalidades como Celia Gámez, Julio Bocca o Alicia Alonso, mamó el periodismo desde sus entrañas hasta el prestigio y la responsabilidad de codirigir un periódico de la raigambre e influencia de ABC. Asimismo, era un fervoroso seguidor de D. Juan de Borbón y de la monarquía española, él presumía jocosamente de ser un enorme » anarquista monárquico».
Sus artículos crearon escuela así como sus peculiares crónicas desde Palma de Mallorca, donde durante varios veranos siguió las vacaciones reales. Muchos fueron los periodistas que » pasaron» por sus consejos, orientaciones y correcciones, practicando un estilo muy afable en el trato y en la gestión profesional.
Autor de numerosos poemarios, destacan Memorial de Ausencias» (1978), con el que obtuvo en 1982 el premio Fastenrath de la Real Academia Española; «Monólogo de Lisboa» (1980), «La sierra desvelada» (1982), «Cruz de guía» (1984), «Como disponga el olvido» (1985), «Al aire de su vuelo» (1986), o «Antología extremeña» (1991).
Santiago Castelo era un defensor a ultranza de todo lo extremeño, enamorado de la región desde su pueblo, Granja de Torrehermosa, de la que partió con apenas 16 años, y de la que es Hijo Predilecto y en donde tiene una calle a su nombre.
La muerte del periodista y poeta extremeño ha causado una gran conmoción en los círculos sociales y culturales de Extremadura. Sus restos mortales serán enterrados en su pueblo, Granja de Torrehermosa, aunque con anterioridad serán llevados a Trujillo, sede de la Academia de Extremadura para rendirle un postrero homenaje.
Desde Digital Extremadura, se siente hondamente la pérdida de tan gran periodista, enorme poeta y entrañable amigo y compañero. El equipo de profesionales de este diario se suma al dolor de la región por la muerte de tan insigne extremeño.
DEP