Lleno total para una causa solidaria, la lucha contra el cáncer en los niños, los verdaderos protagonistas de un gran festejo taurino con un maestro, un ídolo en plenitud: Julián López, el Juli. la corrida, televisada en directo por TVE 1, todo un éxito de toros, de torero y de público. Ambiente extraordinario para culminar las ferias y fiestas de San Fernando 2015 en Cáceres. .
El domingo 31 de mayo de 2015 pasará a los anales de la historia del centenario coso de la era de los Mártires gracias al evento solidario que protagonizó uno de los maestros más grandiosos que ha dado este mundo del toro en su historia, Julián López, el Juli, que volvió a encerrarse con seis toros, después de seis años de haberlo hecho por última vez, de manera altruista y porque además de cabeza dispone de un enorme corazón, que abrazó a la causa de la lucha contra las enfermedad del cáncer en los niños, en una tarde memorable.
Los toros de Garcigrande, segundo y sexto – que sustituyó al que le correspondía en este lugar – y Domingo Hernández – con un quinto, Fantasma, fantástico e indultado por petición popular, como debe de ser – dieron un juego muy aceptable.
El Juli tenía muy pensada la tarde. Poco a poco fue dando un auténtico recital de saber estar en la plaza, en plena forma, con un enorme sentido y una gran sensibilidad, con una demostrada vocación por el arte de enfrentarse al toro con la esencia por bandera, con una gama de posturas, gestos, citas, insinuaciones, provocaciones y un sin fin de matices que encandilaron a un público que abarrotó la plaza cacereña, entregado poco a poco a quien mandaba en el albero, todo un personaje que sigue escribiendo la leyenda de su trayectoria tarde a tarde, coso a coso, temporada tras temporada, y van diecisiete en plena cúspide.
El Juli no solo torea. Lo visto y sentido este domingo en Cáceres hace pensar que con toreros como él, con maestros que enseñan pase a pase como se debe tratar a un toro, como hace el madrileño cuando se enfrenta a su opositor,esta fiesta no tiene ni límites ni fin, con espectadores muy jóvenes como se ha visto en Cáceres, como ha hecho un empresario que cree que en plazas de segunda como la cacereña se pueden ofrecer espectáculos de la categoría que se ha podido vivir y palpitar gracias a El Juli.
Hasta el quinto toro, El Juli fue desarrollando su sabiduría destapando el tarro de su esencia torera hasta que llegó el quinto, Fantasma, con el que se entregó de tal forma, debido también a la nobleza del cornúpeta, que solo le faltó hacer de picador, ya que puso tres pares de banderillas enormes, abanicó anteriormente el capote con una gama de pases sensacionales y remató con la muleta, con la derecha, con la izquierda, pero sobre todo con la cabeza. Tal fue la faena, grandiosa, tal fue lo que hizo El Juli, tal fue la respuesta del toro, que el público se levantó al unísono y pidió el indulto de Fantasma, que el presidente del festejo otrogó no sin antes hacerse de rogar en demasía. Las dos orejas y el rabo, simbólicos, fueron paseados por el artista y su cuadrilla entre la entrega del respetable.
El sexto y último fue ya el colofón de una tarde memorable que como indicamos al principio de esta crónica, pasará a los anales de la historia del coso cacereño como una de las más celebradas por todos los que han tenido la fortuna de vivirla.
FICHA TÉCNICA
Plaza de toros de Cáceres. Segunda de feria. Lleno.
Toros de Garcigrande (2º, noble y con fondo, aplaudido y 6º bis, bueno por el pitón derecho) y Domingo Hernández (1º, noble y con buen pitón derecho; 3º, bravo de salida pero a menos en la muleta; 4º, manejable y a mejor en la muleta de Juli, 5º ‘Fantasma’ excelente, con fondo y calidad, indultado).
Festejo a beneficio de asociaciones contra el cáncer infantil.
El Juli saludó una fuerte ovación al término del paseíllo, que compartió con los niños.
El Juli, que actuó en solitario, oreja con petición de la segunda, dos orejas, ovación, oreja, dos orejas y rabo simbólico y oreja.