AEROPUERTO PRESIDENTE IBARRA. PENSAR ANTES QUE VOLAR

El problema de la comunicación aérea de Extremadura no se soluciona diversificando la oferta con instalaciones de menor rango, aeródromos, de imposible viabilidad económica y dudosa rentabilidad social. Además no tenemos financiación para estos proyectos ni para iniciar un largo contencioso medioambiental en su apoyo. Tampoco se soluciona sólo hablando con las Compañías y subvencionando vuelos no rentables. Estudiemos primero, lo digo desde la experiencia de colaboración con algunas consultorías aéreas y siguiendo el ejemplo de la Junta de Andalucía que ha contratado a expertos consultores para solucionar los problemas del aeropuerto de Sevilla. Es el camino correcto, sabiendo lo que nos falta, sabiendo lo que vale y teniendo un proyecto de ejecución daremos ejemplo en el sector de la navegación aérea y las compañías vendrán con seguridad. Rigor y seriedad es la clave.

 

La primera cuestión es que sin comunicación aérea no estamos en el mapa mundial de las inversiones, de los proyectos y de la generación de empleo. La segunda es que ya tenemos un aeropuerto, suficiente para nuestras necesidades, con la cobertura en su actividad civil del Ejército del Aire, lo que supone ahorros nada desdeñables en la gestión. Pero ese aeropuerto tiene carencias que es necesario solventar, carencias de comunicaciones, carencias de integración en la red de transportes nacional y regional y carencias de imagen, es por ello que vamos a centrar, en primer lugar la acción y la inversión pública a lo largo de una legislatura en la solución de esas carencias:

 

1.- Vamos a exigir, y digo bien exigir, al Gobierno de España, Ministerio de Fomento, la ejecución de la conexión por carretera desde la Red General de Carreteras del Estado, llámese A5 Autovía de Extremadura, con esa tipología y capacidad, hasta la terminal e instalaciones complementarias, en cumplimiento de la legislación vigente al respecto de la necesaria y obligatoria conexión que la misma establece de las instalaciones aeroportuarias a través de la citada Red. Se da la circunstancia, como en otras ocasiones, de ser el único caso en España que no cumple esta condición legal.

 

2.- Vamos a proyectar e iniciar a lo largo de la legislatura la conexión de Cáceres con la terminal aérea consistente en la ejecución de un ramal complementario de la carretera EX – 100 desde el arroyo de Aguas Blanquillas para conectar  con el ramal anterior de competencia estatal. Tendrá tipología de autovía y será la primera fase del enlace con esta capacidad, entre Cáceres y Badajoz.

 

3.- Vamos a estudiar la integración, con ramal ferroviario de alta velocidad  para viajeros y soporte de transporte de mercancías en red convencional de la terminal aérea. Con dos objetivos: el primero el de convertir la terminal de viajeros en una opción mixta aérea – ferroviaria y la segunda para conectar las plataformas logísticas de Mérida y Badajoz con el aeropuerto y recuperar el transporte aéreo de mercancías, que hemos tenido en tiempos y desaparecido en la actualidad.

 

4.- Vamos a convenir con los ayuntamientos de Badajoz, Cáceres y Mérida, enlaces de transporte urbano de proximidad, autobús y taxi, para así poder integrar la cultura de la comunicación aérea en su realidad social. Para el resto de Extremadura estudiaremos soluciones de transporte comunitario por carretera, ferrocarril y helicóptero, tenemos estudiada la línea regular Algeciras – Ceuta,  teniendo en cuenta todo lo indicado en el punto anterior.          

 

5.- Con el último punto entramos en las carencias de imagen corporativa: Con el objeto de ser competitivos en el ámbito global y mundial que nos ocupa propondremos una modificación del nombre y en concreto uno para uso en la “jerga” técnica y comercial del sector. West Spain Airport “WSA”, lo que nos permite situarnos en competencia con Lisboa en los vuelos intercontinentales y fijar una referencia en toda la fachada atlántica europea. Sin embargo a esa denominación técnica y de comercio debe acompañarle la correcta denominación legal, conforme a la normativa española, para eso creemos adecuado el nombre de Aeropuerto Presidente Ibarra, seguido, como es preceptivo, del término municipal de ubicación, en este caso Talavera la Real. En esta situación es posible gestionar escalas de vuelos intercontinentales, lo que no es ninguna tontería.

 

6.- Volar a Madrid, no es sólo volar al aeropuerto Presidente Suárez en Barajas. A Madrid se puede volar al Aeropuerto de Getafe, con costes muy inferiores e idénticos resultados de comunicación, siendo las posibilidades de horario muy superiores. Es la infraestructura adecuada para el tipo de avión que necesitamos.

 

Con todo ello en marcha y correctamente presentado  desde el punto de vista técnico, podemos iniciar a muy corto plazo la gestión de reposición de la comunicación, mediante el procedimiento legalmente posible y adecuado, con objeto que no se produzca la menor interrupción posible en los vuelos, que como se ha anunciado serán abandonados en pocos días por el gestor contratado por la administración saliente. Extremadura, como he dicho, no estará en el mapa si no tiene un avión disponible, pero no podemos seguir pagando aviones sin un proyecto solvente de comunicación aérea.